Britney Spears es libre. Una jueza de Los Angeles terminó el viernes la tutela que ha controlado la vida y el dinero de la cantante pop por casi 14 años.
La decisión culminó una odisea en la que Spears exigió públicamente el final de la tutela, contrató a su propio abogado, hizo que removieran a su padre del control que le restaba y finalmente obtuvo libertad para tomar sus propias decisiones médicas, financieras y personales por primera vez desde 2008.
“El día de hoy la tutela de la persona y del patrimonio de Britney Jean Spears ha sido terminada”, dijo la jueza Brenda Penny.
La felicidad explotó fuera de la corte donde los fans gritaban y coreaban después de que fuera anunciada la decisión. La multitud gritaba “¡Britney! ¡Britney! ¡Britney!” y los fans cantaban y bailaban la canción de Spears “Stronger”.
Pronto Spears tuiteó sobre la decisión: “Por Dios, amo a mis fans tanto, ¡es una locura!!! ¡Creo que voy a llorar el resto del día!!! El mejor día … gracias a Dios… ¿puedo decir Amén?”
El abogado de Spears, Mathew Rosengart, dijo a los fans y reporteros que el caso “ayudó a poner una luz sobre las tutelas y curadurías de costa a costa de California a Nueva York. Y eso requirió una cantidad enorme de comprensión profunda, valentía y gracia”.
La decisión de la jueza era ampliamente esperada y quedaba poco apoyo para el acuerdo legal existente. No se presentaron nuevos argumentos en la audiencia de 30 minutos. Spears no asistió a la corte.
Apenas a principios de este año parecía que la tutela podría durar por años. Después los cambios se dieron con una velocidad sorprendente.
Una de las claves para el nuevo rumbo fue un discurso que Spears dio durante una audiencia en junio en el que describió apasionadamente las restricciones y el escrutinio sobre su vida como medidas “abusivas”. Spears pidió que la tutela terminara sin una evaluación intrusiva de su estado mental.
Expertos legales dijeron en ese momento que era poco probable que ocurriera esto pues sería una práctica legal alejada de la norma.
Pero la jueza dijo en una audiencia del miércoles que la ley de California no requería que solicitara más evaluaciones a Spears si nadie las solicitaba.
La jueza permitió en julio que contratara a Rosengart, quien fue elegido por Britney Spears. El abogado tuvo como primera meta hacer que James Spears fuera removido de su papel como tutor de las finanzas de Britney Spears antes de trabajar para terminar la tutela por completo. La jueza suspendió a James Spears como tutor en una audiencia de septiembre, argumentando el “ambiente tóxico” que su presencia había creado.
Pero podrá haber batallas legales futuras.
Rosengart se ha comprometido a llevar a cabo una investigación detallada sobre el papel de James Spears en la tutela. Dijo que él y su equipo han encontrado malos manejos en las finanzas de Britney Spears, dando a entender que podrían emprender más acciones legales. Los documentos de la corte valúan la fortuna de Britney Spears en unos 60 millones de dólares.
El abogado también ha dicho que las autoridades deben investigar las revelaciones de un documental del diario New York Times sobre un dispositivo colocado para escuchar dentro de la habitación de Britney Spears.
Los abogados de James Spears dijeron que las acusaciones de Rosengart iban de infundadas a imposibles, y que el padre sólo actuó en beneficio de su hija.
La lucha posterior a la curaduría ya ha comenzado de alguna manera. James Spears se separó de los abogados que lo ayudaron a operar la tutela y contrató a Alex Weingarten, un abogado que se especializa en el tipo de litigio que se avecina.
En documentos judiciales presentados la semana pasada, los exgerentes comerciales de Britney Spears, Tri Star Sports y Entertainment Group, rechazaron las demandas de Rosengart de documentos sobre su participación en la tutela de 2008 a 2018. El grupo también negó cualquier papel o conocimiento en la vigilancia ejercida sobre la cantante.
Jodi Montgomery, la tutora designada por la corte que desde 2019 supervisaba los asuntos personales y las decisiones médicas de la cantante, desarrolló un plan de atención con sus terapeutas y médicos para guiarla a través del fin de la tutela y sus consecuencias.
“No hay razón para que la señorita Spears no pueda llevar una vida segura, feliz y gratificante después de esta tutela”, dijo la abogada de Montgomery, Lauriann Wright, en la audiencia.
La jueza mantuvo una pequeña parte de la tutela de forma temporal para permitir que el contador que asumió el control que tenía James Spears ponga los asuntos de la cantante en orden en los próximos meses antes de devolverle el poder.
Britney Spears era una madre de dos niños pequeños de 26 años en la cima de su carrera cuando su padre estableció la tutela, primero de forma temporal, en febrero de 2008 tras una serie de crisis mentales que se hicieron públicas.
La tutela termina a unas semanas de su cumpleaños 40, cuando sus hijos son adolescentes y su carrera está en una pausa indefinida, además de que está comprometida para casarse por segunda ocasión.
Un punto decisivo llegó en 2019 cuando canceló una residencia de conciertos en Las Vegas.
Convencidos de que fue ingresada en un hospital psiquiátrico contra su voluntad, los fans comenzaron a unirse para exigir que la corte liberara a Britney con el hashtag #FreeBritney. Al principio fueron desestimados como conspiracionistas, pero la misma cantante los validó en 2020 en una serie de documentos presentados ante la corte en la que dijo que estaban en lo correcto al exigir una mayor transparencia y escrutinio a su situación legal.
Esos documentos resultaron ser la primera indicación de Spears, que había permanecido callada sobre la tutela por años, buscaría cambios mayores.