Aunque las negociaciones entre congresistas continúan, la Cámara de Representantes dio a conocer una nueva redacción sobre una posible protección a inmigrantes indocumentados, la cual sería aprobada bajo el proceso de Reconciliación.
Tras intensas negociaciones con senadores, los representantes aceptaron integrar el plan que otorgaría el perdón a la deportación o ‘parole’, además de Autorización de Empleo que podría beneficiar a 7.1 millones de personas, pero no les abre el camino a la ciudadanía.
El documento especifica que el perdón de la deportación será por un periodo de cinco años o hasta el 2031, lo que ocurra primero.
Esas personas deberán cumplir con los requisitos de elegibilidad, es decir, aprobar las verificaciones de antecedentes penales y de seguridad pública, como lo marca la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA).
Esa protección a la deportación permitirá al beneficiario laborar y viajar al extranjero, así como solicitar una identificación, incluida la llamada REAL ID, indica el documento con el que se impulsa la agenda Build Back Better (Reconstruir Mejor).
Los inmigrantes que serán beneficiados son aquellos llegaron al país antes del 1 de enero del 2011, ya sea como indocumentados o que ingresaron con una visa que luego expiró.
De este modo, los representantes demócratas se alinean al plan que se impulsa en el Senado, el cual sigue bajo evaluación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), pero que será presentado a la parlamentaria Elizabeth MacDonough.
El Caucus Hispano habría estado negociando directamente con los senadores que lideran, incluidos los senadores Bob Menéndez (Nueva Jersey), Alex Padilla (California) y Catherine Cortez Masto (Nevada), quienes reconocieron una protección sobre inmigración debe integrarse al proyecto de ley presupuestal.
“Mientras que continúan las negociaciones sobre texto legislativo de reforma migratoria, debemos seguir avanzando nuestro objetivo compartido de lograr una reforma migratoria humana y significativa a través del proceso de reconciliación”, consideraron. “No podemos mantener a las comunidades inmigrantes esperando y tenemos un imperativo moral de lograr este cambio”.