En Estados Unidos, el cambio se realiza el domingo próximo, lo cual puede que a algunos les genere cierto estrés debido a lo que biológicamente le ocurre al organismo cuando se adapta a una nueva hora, malestares que pueden prolongarse por varios días.

Tanto el horario de invierno como el de verano trae efectos al organismo. El Dr. Raúl Roblero, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, explicó que con el cambio de horario, las personas son susceptibles a experimentar dificultades en su adaptación, debido que todos los seres vivos tienen un reloj circadiano ubicado en el hipotálamo del cerebro, que se encarga de coordinar a todo el organismo.

“Nos afecta, pero no nos hace daño. Nuestro cuerpo protesta por lo que está pasando, pero no nos hace daño en el sentido en que nos vamos a enfermar, a menos que tengamos un problema adicional”, indicó el especialista.

Lo que sí, es que cuando inicia el horario de invierno, muchas personas pueden llegar a presentar diversos malestares, y entre los más comunes se encuentran:

* Irritabilidad
* Dificultad en la concentración
* Cambios de ánimo que desencadenan la depresión y ansiedad
* Somnolencia
* Retención de la memoria

Esto ha sido avalado con investigaciones realizadas por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la UNAM, las cuales han encontrado que las personas pueden llegar a experimentar en el cambio de horario una lucha constante contra el cambio de humor, el funcionamiento cognitivo y el desempeño psicomotor, derivado de una desincronización forzada que se induce entre el sueño y los ritmos autonómicos.

Los expertos en salud afirman que las alteraciones a corto plazo provocadas por el cambio al horario de invierno no son tan drásticas como las que se pueden observar en el horario de verano, pues en este se pierde una hora de sueño y hay mayor exposición a la luz solar, lo cual modifica la secreción de algunas hormonas.

Sin embargo, a mediano plazo, el horario de invierno puede tener mayores incidencias debido a que la reducción de horas de sol aumenta la secreción de melatonina, una hormona que interviene en la regulación del sueño y posee efectos hipnóticos y relajantes. También se reduce la de serotonina, la cual está relacionada a euforizantes, de bienestar y de control del hambre.