Los casos de COVID-19 empiezan a aumentar en verano en Estados Unidos, y se produce cuando muchas personas probablemente han pasado un año o más sin vacunarse. A medida que esto pasa, muchos se preguntan si ha llegado hora de vacunarse de nuevo.
Recordemos que en el mes de mayo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) solicitó a las farmacéuticas que actualizaran sus vacunas contra la COVID-19 para combatir la cepa LP.8.1, descendiente de la JN.1, que comenzó a propagarse ampliamente en 2023 y es otra variante de la ómicron. Según los CDC, la LP.8.1 representa actualmente el 31% de todos los casos nuevos.
Ya a fecha del 15 de julio los casos de COVID-19 estaban aumentando y probablemente aumentarían en 27 estados, incluidos Texas, Illinois, Kentucky, Virginia y Ohio, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Mientras que las tasas de pruebas positivas han ascendido en las últimas semanas, específicamente en la región sur del país.
La variante dominante actualmente en Estados Unidos y que representa el 43% de todos los nuevos casos de COVID-19 es la NB1.8.1, una derivación de la cepa XVD.1.5.1, descendiente de la variante ómicron. La misma fue la responsable de un aumento repentino de las hospitalizaciones en China a principios de este año.
Recoge NBC News que también se le conoce como “garganta de cuchilla de afeitar”, ya que existen informes anecdóticos de algunas personas que sufren dolores de garganta intensos, según el Dr. William Schaffner, experto en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee. Aunque Schaffner señala que el dolor de garganta ha sido un síntoma común de la COVID-19 desde que comenzó a propagarse.
¿Cuándo llegan las vacunas?
Las nuevas vacunas no estarán disponibles hasta el otoño y se espera que se aprueben solo para adultos mayores de 65 años y niños y adultos con al menos una afección médica que los ponga en riesgo de enfermarse gravemente, apunta la NBC.
Es de acotar que los niños y adultos sanos que deseen vacunarse podrían tener que buscar una versión anterior o pagar de su bolsillo, cuya dosis pudiera costar hasta 140 dólares.
Sin embargo, la situación por ahora no es de alarma. Expertos señalan que la inmunidad de la población -ya sea por vacunación, infección previa o ambas- puede proteger a gran parte por ahora.
“Si bien no tenemos un alto nivel de inmunidad en la población en este momento, debido a que ha pasado tanto tiempo, es posible que tengamos suficiente inmunidad de bajo nivel como para dificultar un poco la transmisión fácil del virus de persona a persona”, afirma Andy Pekosz, investigador de enfermedades infecciosas en la Universidad Johns Hopkins.
Síntomas más comunes de la nueva variante LP.8.1
Los síntomas más comunes de la nueva variante LP.8.1 (también llamada Nimbus) incluyen fiebre, fatiga, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolor muscular, tos, congestión nasal, náuseas, vómitos y diarrea.
Un síntoma que la distingue es la intensidad del dolor de garganta, descrito por algunos pacientes como un ardor lacerante o como tener “cuchillas de afeitar en la garganta”, lo que la hace especialmente molesta.
En comparación con variantes anteriores, los síntomas de LP.8.1 son similares a los de otras variantes de ómicron en cuanto a fiebre, tos, fatiga y congestión nasal, pero el dolor de garganta es más severo y frecuente en esta variante.
Además, la LP.8.1 es más contagiosa que variantes previas, representando alrededor del 70% de los casos en semanas recientes, con un aumento notable en la transmisibilidad, aunque no se ha confirmado que sea más grave en términos de enfermedad severa.