Autobuses llenos de civiles que huían de la invasión rusa en Ucrania iniciaron una procesión por una carretera nevada para salir de una ciudad sitiada el martes, mientras comenzaba un nuevo esfuerzo de evacuar a personas por corredores seguros. Pero los informes de nuevos ataques rusos en el puerto de Mariúpol amenazaban con descarrilar nuevamente los esfuerzos.

La ofensiva rusa ha obligado a 2 millones de personas a huir de Ucrania, dijeron responsables de Naciones Unidas en el 13vo día de la guerra, pero también ha atrapado a otros en ciudades cercadas donde se acaba la comida, el agua y los medicamentos, en la mayor guerra terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Desde que comenzó la invasión, la oficina de derechos humanos de la ONU ha registrado 474 civiles muertos y 861 heridos, aunque ha advertido que el número real es mucho mayor. Además del desastre humanitario que se desarrolla en Ucrania, los combates han provocado un aumento de los precios de la energía en todo el mundo y una caída de las existencias, y han amenazado el suministro de alimentos y los medios de subsistencia de las personas de todo el planeta que dependen de los cultivos de la fértil región del Mar Negro.

Los países occidentales han denunciado la invasión y han tratado de apoyar a Ucrania con armas y castigar a Moscú con sanciones. Las medidas han asestado un duro golpe a la economía rusa, ya que las empresas se retiran o reducen drásticamente sus negocios allí. En otra señal del aislamiento económico del país, Shell anunció el martes que dejaría de comprarle petróleo y gas natural.

Al mismo tiempo, intentos previos de llevar a los civiles a lugares seguros se vieron interrumpidos por nuevos ataques. La ruta para salir de la ciudad oriental de Sumy era una de las cinco prometidas por Rusia para que los civiles escaparan de la ofensiva rusa.

Un video compartido por la agencia estatal ucraniana de comunicaciones mostraba gente con bolsas subiendo a autobuses, pero no estaba claro cuánto duraría la operación.

“La ciudad ucraniana de Sumy recibió un corredor verde, la primera fase de la evacuación comenzó”, tuiteó la agencia. La ciudad se encuentra a unos 50 kilómetros (30 millas) de la frontera rusa.

La invasión ya está en su segunda semana y las tropas rusas hacían avances significativos en el sur de Ucrania, aunque se veían estancadas en otras regiones. Soldados y voluntarios fortificaban la capital, Kiev, con cientos de puntos de control y barricadas para frustrar un ataque. Una lluvia constante de proyectiles caía sobre otras zonas urbanas, como Bucha, un suburbio de Kiev donde el alcalde informó de intenso fuego de artillería.

“Ni siquiera podemos recoger los muertos porque los proyectiles de armas pesadas no se detienen ni de día ni de noche”, dijo el alcalde, Anatol Fedoruk. “Los perros destrozan los cuerpos en las calles de la ciudad. Es una pesadilla”.