Antes, cualquier indicio de piojos era motivo de expulsión inmediata de una escuela en Estados Unidos, sin posibilidad de regresar hasta que el estudiante estuviera libre de piojos. Era la política de “no liendres”, que ha sido sustituida por normas de “no exclusión”, a la que culpan ahora de estar perjudicando a algunas instituciones educativas.
La transición de políticas estrictas de exclusión a normas más inclusivas, recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se ha generado debido a preocupaciones sobre la educación presencial. Esto ha llevado a que algunos padres demanden el restablecimiento de normas más severas.
Padres en varios estados, como Massachusetts, Texas, Ohio y Georgia, están alzando la voz en contra de las nuevas normativas. Afirman que el aumento de brotes de piojos se debe a las recomendaciones que permiten la permanencia de niños infectados en el aula.
Instituciones piden restablecer normas severas
Dada la situación, el Consejo Escolar del Condado de Hernando, al norte de Tampa, Florida, ha decidido revisar su política previa de exclusión para hacer frente a lo que consideran un ciclo de reinfestación de piojos. La presidenta de la junta escolar destaca la problemática que enfrentan las familias en este contexto.
“Es una reinfestación que se repite una y otra vez”, dijo Shannon Rodríguez, presidenta de la junta escolar de Hernando. Recuerda el portal News Medical que en julio, Rodríguez les contó a sus compañeros que ha visto el círculo vicioso que existe entre las familias: “¿Qué hacen los padres? ¿Devolverlos a la escuela con el mismo niño o niños que ya están en el aula y que lo tienen? Es una batalla interminable”.
Opiniones de expertos en salud pública
En este contexto, profesionales en salud pública han declarado que los piojos son considerados una molestia, pero no una amenaza sanitaria. Sin embargo, la falta de datos concretos complica la evaluación del impacto de las nuevas regulaciones.
Los CDC sitúan la cifra entre 6 y 12 millones las infestaciones anuales, afectando principalmente a niños en edad preescolar y primaria.
La Asociación Nacional de Enfermeras Escolares (NASN) y la Academia Estadounidense de Pediatría han apoyado el tratamiento no excluyente de los piojos desde al menos 2002. Pero las recomendaciones se tomaron más en serio después de que la pandemia de COVID-19 afirmara la importancia de la educación presencial.
Estas organizaciones apoyan la inclusión de niños con piojos en el aula, enfatizando que las verificaciones masivas en las escuelas pueden producir más problemas que soluciones.
Impacto financiero de los tratamientos
Los costos de los tratamientos para combatir los piojos pueden ser significativos, tanto a nivel familiar como escolar.
La carga financiera puede ser un factor decisivo en la preocupación de los padres por los brotes en las aulas.
¿Qué dicen las familias afectadas?
Historias de familias que han lidiado con infestaciones de piojos resaltan la dificultad de equilibrar las preocupaciones por la salud y el bienestar emocional de sus hijos.
La vergüenza y el estigma asociado con los piojos continúan siendo problemáticos en el entorno escolar.
Según cifras, los piojos tardan de cuatro a seis semanas en pasar de liendres a una infestación completa. Es allí cuando se vería a un niño rascándose la cabeza sin control, debido a una reacción alérgica a la saliva de los parásitos.
“Echarlos un miércoles cuando llevan cuatro o seis semanas así no va a solucionar nada. Pero va a sacar a ese niño de la escuela y avergonzarlo y avergonzar a su familia”, señala la pediatra Dawn Nolt, de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, a NPR y KFF Health News.
“Simplemente, creo que eso es inaceptable”, declara rotundamente.
Métodos para eliminar los piojos en casa
Los métodos más efectivos para eliminar los piojos en casa combinan tratamientos naturales o con productos específicos junto con la retirada mecánica diaria con peine fino o lendrera.
- Uso de productos naturales. El aceite de coco asfixia piojos y facilita quitar liendres; el vinagre (blanco o de manzana) ayuda a soltar las liendres adheridas; el aceite de árbol de té tiene propiedades antiparasitarias y puede aplicarse en el cuero cabelludo. Estos remedios suelen ser efectivos y menos agresivos que químicos.
- Tratamientos con lociones o champús antipiojos. Existen productos de venta libre con ingredientes como permetrina o fenotrina y otros medicamentos recetados para infestaciones más resistentes. Es fundamental seguir instrucciones y repetir la aplicación a los 9-10 días para asegurar la eliminación total.
- Retirada mecánica con peine fino (lendrera). Peinar el cabello húmedo con un peine de dientes muy finos es imprescindible para retirar piojos y liendres. Debe hacerse diariamente durante al menos una o dos semanas para cortar el ciclo de vida del parásito. Se debe prestar especial atención a la nuca y sienes donde suelen anidar más piojos.
Recomendaciones adicionales:
- Combinar varios métodos para aumentar la eficacia.
- Lavar ropa de cama, peluches, ropa y peines en agua caliente y secar a alta temperatura.
- Guardar en bolsa sellada los objetos que no se puedan lavar durante al menos 2 semanas.
- Aspirar muebles y suelos para eliminar posibles piojos caídos.
- Repetir el tratamiento o peinado a los 7-10 días para eliminar los piojos nacidos luego de la primera aplicación.
Aunque muchos remedios caseros son populares, algunos pueden provocar irritación en el cuero cabelludo y su eficacia no está siempre científicamente comprobada. Por ello, se recomienda preferir tratamientos combinados con lendrera y consultar con un profesional si la infestación persiste.