El mayor incendio forestal de Estados Unidos arrasaba el viernes el sur de Oregón, pero las cuadrillas estaban reduciendo algunas operaciones nocturnas, a medida que el trabajo duro y los vientos más débiles ayudaban a reducir la propagación de las llamas, incluso cuando los incendios forestales seguían amenazando los hogares en la vecina California.
El 40% del llamado incendio Bootleg estaba confinado después de quemar unas 70 viviendas, principalmente cabañas, informaron los bomberos.
En algún momento durante el incendio, al menos 2.000 casas recibieron la orden de desalojar y otras 5.000 estuvieron en peligro.
La esquina superior oriental del incendio seguía moviéndose hacia el lago Summer, después de que el jueves brincara los cortafuegos y causara que una orden local de desalojo en algunas partes del condado de Lake aumentara a “¡Salgan ya!”, agregaron los bomberos.
Vientos de hasta 16 kilómetros por hora (10 mph) podrían provocar que el incendio atraviese los árboles, pero no al ritmo de la semana pasada, cuando las llamas avivadas por los vientos crecieron exponencialmente, afirmó la directora de prensa de los bomberos Angela Goldman.
El fuego, que fue desencadenado por relámpagos, se había expandido hasta 6 kilómetros (4 millas) diarias, avivado por vientos fuertes y un tiempo críticamente seco.
En la parte inferior del incendio de 1.616 kilómetros cuadrados (624 millas cuadradas) había buenas noticias. Las cuadrillas aseguraron líneas de contención y, en su parte sureste, lograron asegurar un punto de apoyo sustancial, lo que les permitió reducir los patrullajes nocturnos de lo que había sido una lucha “frenética de 24 horas y 7 días a la semana”, dijo Gracey el jueves. Sin embargo, la poca humedad y las altas temperaturas siguen siendo preocupantes.
“Para nosotros, es un gran paso”, comentó. “No es una tarea fácil en la oscuridad total del bosque en medio de la noche”.
Las cuadrillas también podrán tomarse un descanso y contribuir después a los esfuerzos durante el día, agregó.