La hiperplasia prostática benigna (HPB), también conocida como agrandamiento de la próstata es una afección común que afecta aproximadamente al 50% de los hombres entre los 51 y 60 años, y hasta al 90% de los hombres mayores de 80 años, según informes de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).
Menos de la mitad de los hombres con HPB experimentan síntomas, que pueden incluir la necesidad frecuente y urgente de orinar, dificultad para orinar, flujo de orina débil, poca cantidad de orina, sensación de tener que orinar más a menudo, goteo de orina y pequeñas cantidades de sangre en la orina.
A pesar de que la HPB no se considera una enfermedad grave, puede derivar en complicaciones como vejiga débil, infecciones de la vejiga o de riñón, bloqueo completo del flujo de orina e insuficiencia renal.
Por lo tanto, los expertos recomiendan que los hombres se sometan a chequeos inmediatos si experimentan síntomas y realicen chequeos anuales a partir de los 40 años si tienen factores de riesgo, o a partir de los 50 años si no los tienen.
Para diagnosticar la HPB, los médicos realizan varias pruebas, como el tacto rectal, la prueba de sangre para detectar el antígeno prostático específico (PSA), imágenes radiográficas, uroflujometría (medición de la rapidez del flujo de orina) y cistoscopia.
Prevención del agrandamiento de próstata
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aborda la prevención del cáncer de próstata como parte de sus esfuerzos para promover la salud masculina y la prevención de enfermedades. A continuación, se resumen algunas de las recomendaciones y directrices generales de la OMS en relación con la prevención del cáncer de próstata:
- Dieta saludable: la OMS destaca la importancia de mantener una dieta equilibrada y saludable, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras.
- Estilo de vida activo: a actividad física regular es fundamental para la salud general y puede contribuir a reducir el riesgo de diversas enfermedades, incluido el cáncer de próstata.
- Mantenimiento de un peso saludable: mantener un peso corporal saludable es esencial para la prevención de enfermedades, incluido el cáncer de próstata.
- Evitar el consumo de tabaco: el tabaquismo se ha vinculado a diversos tipos de cáncer y la OMS destaca la importancia de evitar el consumo de tabaco como medida preventiva.
- Limitar el consumo de alcohol: el consumo excesivo de alcohol se asocia con un mayor riesgo de cáncer, incluido el cáncer de próstata.
- Chequeos regulares y detección temprana: se mantiene la importancia de los chequeos regulares y la detección temprana del cáncer de próstata, especialmente para hombres mayores de 50 años.
Es crucial tener en cuenta que la prevención del cáncer de próstata implica un enfoque integral que incluya cambios en el estilo de vida, hábitos alimenticios saludables y la atención médica regular.
Los hombres deben consultar con profesionales de la salud para obtener orientación específica sobre la prevención y detección temprana del cáncer de próstata, teniendo en cuenta sus factores de riesgo individuales.