Un estudio reciente revela que los diagnósticos de autismo en Estados Unidos aumentaron un 175% entre 2011 y 2022, en gran parte debido a la detección creciente entre adultos jóvenes y mujeres. Este trastorno del desarrollo afecta cómo las personas interactúan, aprenden y se comportan, y su prevalencia ha suscitado preocupación en el ámbito médico y social.
Publicado en JAMA Network Open, el informe analiza más de una década de registros de 12,2 millones de personas, bajo la dirección de Kaiser Permanente en California, y proporciona una visión detallada de la distribución y posibles causas de este aumento significativo.
También se observó un notable incremento del 315% en mujeres adultas, desafiando el patrón histórico que situaba al autismo como un trastorno predominantemente masculino. Si bien los niños siguen siendo diagnosticados en una proporción cuatro veces mayor que las niñas, la diferencia de género está disminuyendo a medida que más niñas son evaluadas.
En niños y niñas entre 5 y 8 años, la prevalencia general de autismo es de aproximadamente 30 de cada 1,000, con un aumento del 185% en diagnósticos para niños y un notable 305% para las niñas.
La quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de 2013 consolidó varios trastornos del desarrollo, como el síndrome de Asperger y el síndrome de Rett, bajo el término general de trastorno del espectro autista (TEA). Esta redefinición ha facilitado el diagnóstico en casos que antes podrían haber sido clasificados de otra manera, como con discapacidad intelectual.
El estudio sugiere que el crecimiento de la prevalencia del autismo podría estar subestimado, especialmente entre las mujeres mayores, debido a que los síntomas suelen manifestarse de manera menos visible en las mujeres.