Providence – Un Dominicano deportado dos veces que dirigió una organización de narcotráfico que importó millones de dosis de cocaína y fentanilo de origen mexicano fue sentenciado en la Corte de Distrito de Estados Unidos en
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Providence a quince años en una prisión federal, anunció el fiscal federal Zachary A. Cunha.
Dieciocho kilos de fentanilo, suficiente para producir 9.000.000 de hembras letales; casi veinte kilogramos de cocaína; y un kilogramo de heroína fueron incautados como resultado de una investigación de la Fuerza de Tarea de Drogas de Rhode Island de la DEA y la Fuerza de Tarea de Áreas de Tráfico de Drogas de Alta Intensidad de la Policía Estatal de Rhode Island sobre la actividad de tráfico de drogas de Juni Rafael Jiménez-Martínez, de 47 años, que residía en Providence.
La investigación del Grupo de Trabajo de Control de Drogas contra el Crimen Organizado, denominada «Operación Buscar y Destruir», determinó que Jiménez-Martínez intentó aislarse de la operación de narcotráfico utilizando amigos y asociados de confianza para llevar a cabo gran parte del negocio diario de la organización, mientras supervisaba y dirigía la importación, transporte, almacenamiento y distribución de kilos de droga. Jiménez-Martínez coordinó el movimiento de las drogas a través de varias ciudades de EE. UU., así como su envío a la ciudad de Nueva York, donde se almacenaron.
Bajo la dirección de Jiménez-Martínez, las drogas fueron luego transportadas a otro lugar para su distribución, incluso a Rhode Island y Massachusetts. Durante el curso de la investigación, las fuerzas del orden incautaron cargamentos de drogas en St. Louis, Maryland, Nueva Jersey y Rhode Island.
Jiménez-Martínez, condenado por tráfico de drogas en 2009 en un tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York y sentenciado a 65 meses de prisión, ha estado detenido en Rhode Island desde su arresto por este asunto el 6 de junio de 2019. El se declaró culpable de 6 de octubre de 2021 por concierto para distribuir y poseer con intención de distribuir cocaína; posesión con intención de distribuir cocaína; y ser un extranjero que reingresó ilegalmente a los Estados Unidos después de haber sido expulsado.
Jiménez-Martínez fue sentenciado por el Juez Jefe de la Corte de Distrito de los EE. UU. William E. Smith a 180 meses de encarcelamiento, seguidos de diez años de libertad supervisada federal.
