El consumo elevado de edulcorantes artificiales está vinculado a un deterioro cognitivo significativo en adultos, revela un reciente estudio científico. Los niveles de consumo más altos se asocian con un 62% más de deterioro cognitivo en comparación a quienes consumen menos, representando un equivalente de 1,6 años de envejecimiento cerebral.

Es conveniente aclarar que consumo alto de edulcorante es el equivalente a solo un refresco dietético al día. Para el estudio, las personas en el nivel más alto consumían un promedio de 191 miligramos, aproximadamente una cucharadita de edulcorantes artificiales al día. Mientras que el grupo medio de personas consumía un promedio de 66 miligramos de edulcorantes artificiales al día; y el consumo más bajo era de solo 20 miligramos al día, según a Dra. Claudia Kimie Suemoto, profesora asociada de geriatría y directora del Biobanco de Estudios sobre el Envejecimiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo en Brasil, autora principal de la investigación.

El estudio sugiere que el deterioro cognitivo es más pronunciado en personas con diabetes, quienes pueden estar expuestos a mayores niveles de estos edulcorantes, recoge CNN.

Consumo de edulcorantes artificiales

Los edulcorantes no nutritivos se utilizan a menudo en alimentos ultraprocesados ??con bajo contenido de azúcar y en productos especiales creados para personas con diabetes, de acuerdo al estudio publicado en Neurology, revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.

En un editorial publicado conjuntamente con el estudio, el Dr. Thomas Holland expresó: ”La suposición generalizada de que los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías representan un sustituto seguro del azúcar puede ser errónea, especialmente dada su ubicuidad en productos comercializados como alternativas ‘más saludables’”.

Por su lado, la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA), que representa a la industria, dijo a CNN en un correo electrónico que los edulcorantes proporcionan una forma segura y efectiva de reducir la ingesta de azúcar y calorías, un objetivo clave de salud pública para controlar afecciones como la obesidad y la diabetes tipo 2.

“Si bien el estudio ha captado la atención de los medios, es fundamental que sus resultados se integren al consenso científico más amplio y consolidado sobre la seguridad de los edulcorantes”, declaró la ISA. “La seguridad de los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías ha sido confirmada sistemáticamente por las principales autoridades sanitarias mundiales”.

Envejecimiento cognitivo y diabetes

Para el Estudio Longitudinal Brasileño de Salud del Adulto, los investigadores analizaron la dieta y las capacidades cognitivas de casi 13,000 brasileños, entre 35 y 75 años. Se recopiló información dietética al inicio del estudio, y se administró una batería de pruebas cognitivas tres veces durante un promedio de ocho años. Las pruebas evaluaron la fluidez verbal, la memoria de trabajo, la evocación de palabras y la velocidad de procesamiento.

Los resultados señalaron que las personas menores de 60 años que consumen altos niveles de edulcorantes experimentan una disminución más rápida en fluidez verbal, indicando que cifras altas en la dieta durante la mediana edad podrían llevar a problemas cognitivos más adelante en la vida.

Mientras que, si una persona tiene diabetes, el deterioro de la memoria y la cognición global era aún más pronunciado, dijo Suemoto, probablemente porque su exposición general puede ser mayor que la de las personas sin la afección.

“Además, la diabetes en sí misma ya es un importante factor de riesgo para el deterioro cognitivo relacionado con la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular, lo que probablemente aumenta la vulnerabilidad del cerebro a exposiciones nocivas”, agregó.

Investigaciones futuras

Investigaciones adicionales son necesarias para comprender los mecanismos biológicos detrás de estos hallazgos y para evaluar la seguridad de otros sustitutos de azúcar, así como el impacto a largo plazo de los edulcorantes artificiales en la salud cerebral.