Estados Unidos y México están negociando un acuerdo de seguridad que sustituya a la Iniciativa Mérida y que se centrará en el intercambio de información y en identificar las causas de la violencia, en un intento por calmar fricciones bilaterales, según fuentes del gobierno mexicano.

Los elementos clave del nuevo pacto se acordarán el viernes durante la visita del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a Ciudad de México, donde la administración del presidente Joe Biden celebrará su primer Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad entre ambos países.

La cooperación en materia de seguridad entre los vecinos sufrió un duro golpe en octubre del año pasado, cuando agentes antidrogas estadounidenses detuvieron al exsecretario de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos, enfureciendo al gobierno mexicano.

Cienfuegos fue liberado, pero la detención tensó los lazos y redujo la cooperación en materia de seguridad.

Dos funcionarios del gobierno mexicano dijeron que el nuevo acuerdo sustituirá a la multimillonaria Iniciativa Mérida, que se lanzó en 2007 y que inicialmente proporcionaba ayuda militar estadounidense a México en la lucha contra los cárteles de la droga.

“La Iniciativa Mérida ha muerto”, dijo uno de los funcionarios mexicanos, que habló bajo condición de anonimato.

Los funcionarios señalaron que el nuevo acuerdo sería un indicador de que las naciones superaron la tormenta diplomática desatada por la detención de Cienfuegos por acusaciones relacionados con drogas, en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.

Washington denomina a la nueva iniciativa Marco del Bicentenario entre Estados Unidos y México para la Seguridad, la Salud Pública y las Comunidades Seguras, según funcionarios de alto nivel del gobierno de Biden, quienes hablaron con periodistas bajo condición de anonimato.

Después de las conversaciones del viernes, Washington desarrollaría un plan de acción para el 1 de diciembre y luego espera tener un marco y un plan bilateral de tres años acordado para el 30 de enero del próximo año, dijeron los funcionarios.

La cancillería mexicana no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, cuestionado el jueves en una reunión con medios sobre si Mérida había muerto, dijo que Washington creía que la cooperación en materia de seguridad “debía ser actualizada”.

“La iniciativa Mérida ayudó a México a fortalecer el estado de derecho y la capacidad de lucha contra el narcotráfico”, dijo Price. “Queremos ver que esos logros se mantengan (y) que esa cooperación se profundice”, añadió.

CAUSAS DE LA VIOLENCIA

Preparado en los últimos meses, el nuevo acuerdo no contemplaba que México reciba equipos o fondos militares, sino que se centra en intercambio de información, la cooperación interinstitucional y la capacitación de personal, dijo el funcionario mexicano.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, considera que la Iniciativa Mérida está manchada por su asociación con gobiernos anteriores y por financiar equipos de seguridad en la década del 2000. En los últimos años, el programa apoyó la reforma judicial, infraestructura migratoria y reducción de la demanda de drogas.

El nuevo acuerdo dejaría claro que México y Washington comparten la responsabilidad de abordar problemas transfronterizos crónicos como el tráfico ilícito de armas y la demanda de drogas ilegales en Estados Unidos, dijo el funcionario.

Eso sería una victoria para México, pero significa que el acuerdo también implica que la nación latinoamericana aceptaba que las preocupaciones de seguridad de Estados Unidos eran sus propias preocupaciones, dijo el funcionario.

Es probable que los objetivos del nuevo acuerdo en materia de lucha contra la criminalidad violenta y el tráfico de armas se anuncien gradualmente, no el viernes, dijo el funcionario. Por el momento, ambas partes se centrarán en explicar cómo trabajarán juntas en el marco del acuerdo.

Una segunda fuente gubernamental, un funcionario de seguridad mexicano de alto nivel, confirmó que el acuerdo de Mérida ha sido “detenido” y que un componente clave del nuevo acuerdo serán los programas que atacan las “causas de raíz” de la violencia en México.

La captura de Cienfuegos tomó por sorpresa al gobierno de López Obrador y avivó la antigua preocupación de México por la violación de su soberanía por parte de agentes antidrogas estadounidenses.

Esto llevó al Congreso de México a aprobar una ley para dificultar el trabajo de los agentes estadounidenses en territorio mexicano.

Funcionarios estadounidenses se han quejado de que los esfuerzos para combatir a los poderosos cárteles han sido obstruidos por el deterioro de las relaciones y la incapacidad de los agentes estadounidenses para moverse libremente por México.

El funcionario de alto nivel de seguridad mexicana dijo que si bien había espacio para la negociación, los agentes estadounidenses no podrían operar de la misma manera que antes de la detención de Cienfuegos y la aprobación de la nueva legislación.

“Eso está descartado (…) porque el presidente realmente cree en la soberanía”, subrayó.