Varias personas fueron hospitalizadas en Austria después de tomar una versión falsificada del medicamento para diabetes Ozempic, que se usa para bajar de peso, informaron las autoridades de ese país.

La Oficina Federal para Seguridad en la Atención Sanitaria (BASG) informó que los pacientes reportaron “serios efectos secundarios”, incluidos hipoglucemia (bajos niveles de glucosa) y convulsiones.

Esta semana, los organismos reguladores de medicamentos de la Unión Europea y Reino Unido emitieron alertas públicas sobre las versiones falsificadas y potencialmente nocivas del fármaco.

Las inyecciones, que se administran con una pluma precargada, se venden en estos países con receta.

Pero como señaló la MHRA (Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios) de Reino Unido, desde enero de 2023 se han incautado 369 inyecciones potencialmente falsas de Ozempic “obtenidas por miembros del público por rutas no legítimas”.

El organismo dijo asimismo que también ha recibido reportes de plumas de inyección falsas de Saxenda, otra medicina inyectable aprobada en Reino Unido para bajar de peso.

En ambos casos, las plumas indican que contienen los compuestos activos semaglutida y liraglutida, pero se piensa que contienen otras sustancias, como insulina, que pueden causar daños en la salud.

versiones de Ozempic 

BfArM
La versión original (arriba) de Ozempic y debajo una versión falsificada, mostradas por el Instituto Federal de Medicamentos y Dispositivos Médicos de Alemania (BfArM).

Tendencia

En meses recientes, Ozempic se ha vuelto tendencia en las redes sociales cuando influencers y celebridades, incluido Elon Musk, describieron su uso para perder peso rápidamente.

Desde entonces, el drástico incremento en la demanda de la medicina ha conducido a lo que la Agencia Europea de Medicamentos llama “una situación de escasez” para los pacientes diabéticos.

El medicamento fue aprobado en Estados Unidos en 2017 para tratar la diabetes tipo 2 y posteriormente, en 2021, se aprobó un medicamento similar llamado Weogvy, que contiene una dosis más alta de semaglutida.

En Reino Unido, el Ozempic solo ha sido aprobado para diabetes tipo 2. “No está autorizado para perder peso”, dice la MHRA, pero es comúnmente usado para ese propósito”.

Las autoridades en Austria creen que los medicamentos que tomaron las personas que fueron internadas “eran falsificaciones que contenían insulina”,en lugar de semaglutida activa. El BASG dijo que se están llevando a cabo investigaciones.

“Es posible que las existencias del lote afectado aún estén en circulación o hayan sido obtenidas por otros médicos a través de esa vía ilegal”, dijo el organismo en un comunicado.

Y agregó que las plumas de inyección falsificadas eran de un color azul más oscuro que los artículos genuinos.

Igual que está ocurriendo en otros países, en Austria “Ozempic se utiliza cada vez más como medicamento para ‘perder peso’, para lo cual no está aprobado”, afirmó el BASG.

En varios países la policía y los ministerios de Sanidad están alertando a sus poblaciones contra el uso de inyecciones adelgazantes de “fuentes dudosas”.

“Comprar productos como Ozempic o Saxenda sin receta, de proveedores que comercian ilegalmente, aumenta significativamente el riesgo de recibir algo falso o un producto que no ha sido aprobado”, indicó la doctora Alison Cave, jefa de seguridad de la MHRA.

“Los productos adquiridos de esta manera no cumplen con nuestros estrictos estándares de calidad y seguridad, y tomar dichos medicamentos puede poner tu salud en riesgo significativo”.

“Aconsejamos a todos los miembros del público que no utilicen ninguna pluma precargada para bajar de peso que hayan comprado en internet”, agregó.

Por su parte, el profesor Paul Gately, director ejecutivo de la organización Obesity UK, indicó: “Estamos muy preocupados por escuchar informes de que las personas que viven con obesidad están siendo víctimas de delincuentes que obtienen y venden medicamentos falsos para perder peso”.

“Los peligros para la salud son claros. Nuestro consejo, al igual que el de la MHRA, es que sólo se deben tomar medicamentos recetados por un médico o profesional sanitario cualificado”.