El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional comenzaron formalmente el jueves un periodo de cese al fuego por seis meses como parte de un plan que esperan que termine en un acuerdo de paz entre las autoridades y la última guerrilla de la nación sudamericana.

La cesación de acciones ofensivas comenzó a las cero horas en un ambiente de escepticismo entre algunos colombianos e incluye la suspensión tanto de las operaciones del grupo insurgente como de la policía y el ejército de forma bilateral, nacional y temporal.

El acuerdo anunciado el pasado 9 de junio en La Habana, Cuba, indicaba que el cese al fuego se prolongaría hasta el 29 de enero del próximo año, con la posibilidad de extenderlo en función de los resultados de los primeros seis meses de vigencia.

El presidente Gustavo Petro volvió a aludir el jueves a la necesidad de que haya un gran “acuerdo nacional”, no solo entre el gobierno y los grupos guerrilleros, sino también con los sectores de la oposición.