El intrusismo profesional siempre ha sido un problema que termina afectando a los más necesitados. En el caso de los trámites migratorios en Estados Unidos, hoy aflora una gran cantidad de compañías de notarías, personas que se hacen llamar “paralegales”, que ofrecen servicios de inmigración y afectan la imagen de los que realmente hacen este trabajo.

Estas empresas reciben y atienden a personas que cruzan la frontera, a pesar de que, básicamente, esos procedimientos no se realizan ante el Servicio de Inmigración, sino ante las cortes, donde no pueden representar absolutamente a nadie.

¿El resultado? Hacen envíos de documentación deficiente a las cortes. En muchas ocasiones, ni siquiera saben adónde o cómo deben ejecutar el procedimiento, porque no tienen acceso, ni credenciales para ello. Y, además, envían solicitudes al Servicio de Inmigración, sin tener jurisdicción para atender este tipo de peticiones cuando no lo amerita.

El peligro es que las personas necesitadas puedan, muy probablemente, quedarse sin la presentación de sus casos de asilo, dentro del lapso de un año, que es lo que se exige por ley, salvo excepciones que hay que delimitar muy bien.

Y, de alguna manera, las empresas e individuos involucrados, aunque no dicen expresamente que son abogados licenciados en Estados Unidos, porque no lo son, sus nombres y la manera en que se identifican o promueven dan a entender al inmigrante que realmente están tratando con abogados.

Entonces, obviamente, esto se ha convertido en un tema muy peligroso, porque, ya de por sí, la probabilidad de ganar este tipo de casos es bastante baja.

Y si sumamos la falta de representación, de técnica jurídica adecuada y de fallos en la presentación de la documentación en el organismo o agencia correspondiente, pues obviamente el resultado será catastrófico para ese solicitante y su grupo familiar.

* Héctor Benítez Cañas es abogado de inmigración en Miami. Su firma de abogados Benme Legal se dedica a la práctica exclusiva de la Ley de Inmigración en el trámite de visas para inversionistas, profesionales, deportistas, artistas, entre otros; así como a procesos de naturalización y defensivos ante los Tribunales de Inmigración de Estados Unidos, entre los que destaca el Asilo Defensivo y la Cancelación de la Remoción.