Una empresa proveedora de robots voladores promocionó en 2018 el uso de drones para la detección, seguimiento e interrogatorio de migrantes indocumentados en la frontera, según reveló hoy una investigación del sitio periodístico The Intercept.

En un video difundido en 2018, y al que tuvo acceso el medio investigativo, el fundador y presidente de Brinc, Blake Resnik, quien entonces tenía 18 años de edad, demostró cómo los drones de su firma podrían emplearse en la detección, seguimiento, interrogatorio y, en última instancia, de ataque físico sobre los migrantes.

Tres años más tarde, Resnik dijo a The Intercepter que “el video fue algo inmaduro, profundamente lamentable y de ninguna manera representa la dirección en la cual he conducido la empresa desde entonces”.

Brinc, que se cuenta entre las empresas que compiten para vender artefactos voladores no tripulados a las fuerzas de seguridad, indica en su página web que tiene “el deber de traer al mundo estas tecnologías de forma responsable”.

Asimismo indica que tiene el compromiso de que “jamás construirá tecnologías diseñadas para herir o matar”. La declaración se da en el contexto de una creciente preocupación por el empleo militar de robots autónomos.

“Estoy de acuerdo en que la tecnología que allí se muestra es anti ética y ésa es una de las razones por las cuales creamos un conjunto de Valores y Éticas que orientan nuestra labor”, dijo Resnik a The Intercepter.

En el video Resnik, posando en un sitio desértico no identificado, dijo que “éste es uno de los sitios más desolados de nuestra frontera sur”.

“Cada año más de 100,000 millones de dólares en narcóticos y medio millón de personas transitan por áreas como ésta”, añadió. “Aquí no hay una muralla, y probablemente tampoco funcionaría porque el terreno es agreste“.

“Pero hay una solución: un muro de drones”, señaló Rresnik.

La idea, añadió The Intercepter, era el emplazamiento de pequeños helicópteros cuatrimotores equipados con sensores térmicos, capacidad de vuelo autónomo, programa de computadora para la detección de personas y “lo más importante, una pistola eléctrica”.

En el video, un actor latino al que llaman “José” camina por el desierto cuando se le aproxima un robot de Brinc que se conecta con un agente de la Patrulla Fronteriza que interroga al “sospechoso”.

En la escena, “José” se rehúsa a mostrar un documento de identificación y, en cambio, apunta una pistola al robot y luego se aleja caminando. En ese momento, el robot volador dispara una descarga eléctrica que derriba a “José”.