El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha estado hospitalizado desde el lunes por un asunto médico no especificado, anunció el Pentágono el viernes por la noche, sin detallar por qué estaba siendo tratado ni por qué mantuvieron en secreto su estadía en el hospital toda la semana.

Austin, de 70 años, se encuentra justo por debajo del presidente Joe Biden en la cadena de mando de las Fuerzas Armadas de EEUU y sus responsabilidades requieren que esté disponible en cualquier momento para responder a cualquier crisis de seguridad nacional.

El Pentágono no especificó si Austin perdió el conocimiento antes o después de ser ingresado al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed el 1 de enero, ni en qué medida sus deberes fueron asumidos por su subalterna, Kathleen Hicks.

Estos deberes incluyen estar listo y disponible para responder a un posible ataque nuclear.

El Pentágono dijo que Austin sufrió “complicaciones tras un reciente procedimiento médico electivo”, pero se negó a decir cuál fue ese procedimiento o qué complicaciones sufrió.

”Se está recuperando bien y espera reanudar todas sus funciones hoy”, dijo el portavoz principal del Pentágono, el general de la Fuerza Aérea Patrick Ryder, en un comunicado el viernes.

Solo un día antes, Ryder ofreció una conferencia de prensa televisada que transmitía la sensación de que todo seguía como de costumbre en el Pentágono, ofreciendo, por ejemplo, las condolencias de Austin al aliado Japón tras su terremoto del Día de Año Nuevo.

Pero la semana pasada no ha sido para nada normal para el Pentágono, con las tropas estadounidenses en Oriente Medio lidiando con las consecuencias regionales de la guerra en curso entre Israel y Hamás y llevando a cabo un ataque de represalia en Bagdad el jueves.

La Asociación de Prensa del Pentágono, en una carta a los funcionarios del Pentágono, criticó el secretismo del Departamento de Defensa, señalando que Austin es una figura pública que no tiene derecho a la privacidad médica en tal situación.

“En un momento en que hay crecientes amenazas a los miembros del servicio militar de EEUU en Medio Oriente y EEUU desempeña roles clave en la seguridad nacional en las guerras en Israel y Ucrania, es particularmente crítico que el público estadounidense esté informado sobre el estado de salud y la capacidad de toma de decisiones de su máximo líder de defensa”, escribieron.