El Tribunal Supremo de Estados Unidos se negó el martes a bloquear un fallo judicial anterior que requería el restablecimiento de una política de la era del gobierno del expresidente Donald Trump que obligaba a muchos inmigrantes que solicitan asilo a esperar la aprobación de sus casos en México.

La administración de Biden había pedido al Tribunal Supremo que suspendiera la orden de un juez federal que decidió que la política de “Quédate en México” conocida como Protocolos de Protección al Migrante (MPP) debía reimplementarse de inmediato.

Bajo ese programa de Trump, se envió a más de 60,000 solicitantes de asilo a esperar fuera del territorio estadounidense mientras sus solicitudes se procesaban en los tribunales de inmigración

Los estados de Texas y Missouri presentaron una demanda contra el gobierno de Biden cuando este ordenó rescindir el programa “Quédate en México”, diciendo que rescindirlo resultaría en un flujo de inmigrantes indocumentados a esos estados.

El juez de distrito de Estados Unidos, Matthew Kacsmaryk, dictaminó a principios de este mes que la administración de Biden no proporcionó una razón adecuada para deshacerse de ese programa y que sus procedimientos con respecto a los solicitantes de asilo que ingresan al país eran ilegales.

La administración de Biden hizo una solicitud de emergencia para que los jueces de la Corte Suprema actuaran suspendiendo el mandato del juez de un tribunal inferior de restablecer el programa “Quédate en México”, diciendo que Kacsmaryk “malinterpretó fundamentalmente” la ley federal de inmigración y se entrometió indebidamente en las decisiones de inmigración y política exterior del poder ejecutivo.

La decisión del Tribunal Supremo podría ser una señal para la nueva administración. El alto tribunal ha mostrado a menudo su deferencia hacia normas de la administración Trump en tales asunto.

Poco después de asumir el cargo en enero, el presidente Biden dijo que la administración no continuaría cumpliendo con el MPP y ordenó una revisión del programa.

Él y varios grupos de derechos de inmigración habían criticado las políticas de inmigración implementadas por el presidente Donald Trump y su administración como contraproducentes y en desacuerdo con las prácticas históricas de la nación.

“No estoy haciendo una nueva ley. Estoy eliminando las malas políticas “, dijo Biden en ese momento.