Las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un ataque con drones contra un objetivo de ISIS-K en Kabul el domingo, dijo el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), menos de un día después de que el presidente, Joe Biden, prometiera más ataques de represalia contra el afiliado del autoproclamado grupo terrorista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés).
El portavoz de CENTCOM, el capitán Bill Urban, dijo en un comunicado que el ataque tuvo como objetivo un vehículo que representaba “una amenaza inminente” para el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul, donde 13 militares estadounidenses y más de 110 afganos murieron la semana pasada.
“Confiamos en que alcanzamos con éxito el objetivo”, dijo Urban. “Las significativas explosiones secundarias del vehículo indicaron la presencia de una cantidad sustancial de material explosivo”.
“Estamos evaluando las posibilidades de víctimas civiles, aunque no tenemos indicios en este momento. Permanecemos atentos a posibles amenazas futuras”, agregó.
El ataque se produjo menos de 24 horas después de que la Embajada de Estados Unidos en Kabul advirtiera nuevamente a todos los estadounidenses en las cercanías del aeropuerto que se fueran de inmediato, citando una “amenaza específica y creíble”, y cuatro días después del atentado suicida en el aeropuerto.
El ejército estadounidense respondió a ese ataque el viernes con un ataque con un dron contra ISIS-K, que se atribuyó el mérito del atentado al aeropuerto.
Biden prometió más ataques de represalia el sábado. “Este bombardeo no fue el último”, dijo en un comunicado. “Continuaremos persiguiendo a cualquier persona involucrada en ese atroz ataque y haremos que pague”.
Los talibanes condenaron el primer ataque estadounidense con aviones no tripulados, o drones, y dijeron que es una violación directa de la soberanía de Afganistán.
El ataque del domingo se produjo mientras Estados Unidos conduce una evacuación histórica de decenas de miles de refugiados y desplazados del aeropuerto internacional de Kabul, escenario de gran parte del caos que envolvió la capital afgana desde que los talibanes tomaron el control hace dos semanas.
Aproximadamente 350 ciudadanos estadounidenses que quieren irse permanecen en el país, dijo el sábado el Departamento de Estado. Se cree que algunas de esas personas están “a punto de salir o ya fuera del país”, dijo un funcionario del Departamento de Estado.
El Pentágono dijo el sábado que algunos militares ya habían comenzado a salir de Afganistán antes de la retirada del 31 de agosto.
Los talibanes han advertido que cualquier retraso en la retirada de Estados Unidos cruzaría una “línea roja” y amenazó con consecuencias.
Mientras tanto, más naciones han concluido sus operaciones de evacuación en Afganistán, y el aliado clave de Estados Unidos, el Reino Unido, confirmó que su último vuelo militar salió de Kabul el sábado, poniendo fin a casi 20 años de presencia militar británica en el país.