Los adultos, según estudios recientes, pasan un promedio de nueve horas y media al día en una posición sedentaria, lo que podría tener consecuencias negativas para la salud del corazón.
Investigadores de la Universidad del College London (UCL) y la Universidad de Sydney llevaron a cabo seis estudios independientes, involucrando a más de 15,000 personas de cinco países, para explorar la relación entre la actividad física y la salud cardiovascular en un período típico de 24 horas.
Encontraron que reemplazar solo unos minutos de estar sentado con cualquier otra actividad, ya sea dormir o estar de pie, puede marcar una gran diferenciaen la salud del corazón. De manera reveladora, actividades aparentemente menos vigorosas, como estar de pie o dormir, demostraron tener efectos cardiovasculares más positivos que simplemente sentarse.
Impacto positivo en tan solo cinco minutos de actividad
Cuando los participantes abandonaron la posición sedentaria durante tan solo cinco minutos, comprometiéndose en actividad moderada a vigorosa, se observaron impactos positivos significativos en la salud cardíaca.
Un ejemplo destacado en el estudio mostró que una mujer de 54 años que sustituyó 30 minutos de estar sentada con 30 minutos de ejercicio moderado a vigoroso experimentó una reducción del 2.4% en su índice de masa corporal (IMC), un 2.7% menos en la circunferencia de la cintura y una disminución del 3.6% en los niveles de glucosa en sangre.
El Dr. Matthew Saybolt, director médico del Programa de Enfermedades Cardíacas Estructurales del Centro Médico de la Universidad Hackensack Meridian Jersey Shore, destacó la importancia de la actividad física regular para la salud cardiovascular.
Pequeños cambios, grandes beneficios
La Dra. Jo Blodgett, primera autora del estudio de Cirugía y Ciencias Intervencionistas de la UCL y del Instituto de Deporte, Ejercicio y Salud, resumió la esencia del estudio al destacar que la actividad no necesariamente tiene que ser vigorosa para tener un impacto positivo.
“El cambio más beneficioso que observamos fue reemplazar estar sentado con una actividad de moderada a vigorosa, que podría ser correr, caminar a paso ligero o subir escaleras, básicamente cualquier actividad que aumente el ritmo cardíaco y te haga respirar más rápido, incluso durante uno o dos minutos”, señaló Blodgett.
Sedentarismo y salud cardiovascular: una conexión preocupante
A pesar de los hallazgos los investigadores reconocieron ciertas limitaciones en su estudio. Mientras mostraban una asociación entre la actividad y la salud cardiovascular, no pudieron demostrar que los niveles de actividad fueran la causa directa de los resultados observados. Se subrayó la necesidad de investigaciones a largo plazo para confirmar la relación entre niveles más altos de actividad y la mejora de la salud del corazón.
Recomendaciones para mejorar la salud cardiovascular
En respuesta a los hallazgos, los investigadores ofrecieron sugerencias prácticas para realizar pequeños ajustes que beneficien la salud cardiovascular. El Dr. James Leiper, director médico asociado de la Fundación Británica del Corazón, aconsejó la incorporación de “refrigerios de actividad” en la rutina diaria, como caminar mientras atiende llamadas telefónicas o establecer alarmas para levantarse y realizar algunos saltos de estrellas cada hora.
Leiper destacó que la clave es hacer cambios que se puedan mantener a largo plazo y que sean disfrutables. “Cualquier cosa que aumente tu ritmo cardíaco puede ayudar“, enfatizó, alentando a adoptar hábitos de vida activos y saludables. La conclusión general es clara: unos pocos minutos de actividad pueden marcar la diferencia en la salud cardiovascular, y pequeños cambios pueden conducir a grandes beneficios a lo largo del tiempo.