En un reciente estudio publicado por la Sociedad Americana del Cáncer (ACS), se ha revelado que el hábito de fumar es el causante del 20% de los casos de cáncer en Estados Unidos y de casi el 30% de las muertes relacionadas con esta enfermedad. Este hallazgo pone de relieve la urgente necesidad de adoptar cambios en el estilo de vida para reducir la incidencia del cáncer.

El informe, redactado por el Dr. Farhad Islami, destaca que en 2019, más de 169,800 estadounidenses murieron a causa del tabaquismo. Islami, director científico senior de investigación sobre disparidad en el cáncer de la ACS, expresó su profunda preocupación ante estos datos y enfatizó la importancia de implementar políticas de control del tabaco en cada estado.

Según la ACS, una de las estrategias más efectivas es aumentar el precio de los cigarrillos a través de impuestos especiales, medida que ha demostrado reducir significativamente el consumo de tabaco.

El estudio también revela que 4 de cada 10 casos de cáncer y casi la mitad de las muertes por cáncer en adultos estadounidenses mayores de 30 años podrían haberse evitado mediante cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar y mantener un peso corporal saludable.

Islami subrayó la necesidad de promover intervenciones que fomenten hábitos saludables y destacó el alarmante incremento de ciertos tipos de cáncer relacionados con la obesidad, especialmente entre los jóvenes.

Comportamientos de riesgo de cáncer

En 2019 se registraron 1,78 millones de casos de cáncer y 595.700 muertes por esta enfermedad entre estadounidenses de 30 años o más. Los investigadores de la ACS se centraron en 30 tipos de cáncer para estimar cuántos casos y muertes podrían atribuirse a comportamientos de riesgo como el consumo de tabaco y alcohol, la obesidad, el consumo de carne roja, la inactividad física y la exposición a los rayos UV, entre otros. Los resultados mostraron que 713.300 casos y 262.100 muertes en 2019 podrían haberse evitado si se hubieran mitigado estos factores de riesgo.

El tabaquismo fue identificado como el principal factor de riesgo, siendo responsable del 56% de los cánceres en hombres, del 39,9% en mujeres y del 19,3% de todos los casos en general. El exceso de peso corporal ocupó el segundo lugar con un 7,6%, seguido del consumo de alcohol (5,4%), la radiación UV (4,6%) y la inactividad física (3,1%).

Entre los tipos de cáncer prevenibles se encuentran el de cuello uterino, que puede ser evitado mediante la vacuna contra el VPH, más del 80% de los melanomas de la piel, así como los cánceres de ano, pulmón, colorrectal y vejiga. Estos hallazgos subrayan la importancia de las intervenciones preventivas y de la detección temprana para reducir la carga del cáncer en la población.

El informe de la ACS se publicó en la revista CA: A Cancer Journal for Clinicians y llega poco después de otro informe de la Asociación Estadounidense del Corazón, que advirtió que se espera que 6 de cada 10 adultos estadounidenses, más de 184 millones de personas, sufran algún tipo de enfermedad cardíaca en los próximos 30 años debido al aumento de la presión arterial alta, la diabetes y la obesidad.

Los resultados de estos estudios ponen de manifiesto la interrelación entre diferentes factores de riesgo y enfermedades crónicas, subrayando la necesidad de adoptar un enfoque integral para la prevención de enfermedades. Las políticas públicas, junto con los esfuerzos individuales por adoptar estilos de vida más saludables, pueden tener un impacto significativo en la reducción de la incidencia de cáncer y otras enfermedades crónicas.