La compañía de autobuses Greyhound acordó pagar $2.2 millones de dólares para resolver una demanda por permitir que agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP)aborden sus vehículos en busca de inmigrantes indocumentados en una terminal de transportes en el estado de Washington, informaron este martes medios nacionales.

El fiscal general de Washington, Bob Ferguson, explicó en un comunicado que el dinero se utilizará para compensar a los pasajeros que fueron detenidos, arrestados o deportados después de que agentes de inmigración subieran a los autobuses de esa compañía en la terminal Spokane Intermodal Center.

El acuerdo responde a una demanda presentada por Ferguson en abril de 2020 en la Corte Superior de Washington.

El fiscal explicó en la acción legal que los operativos involucran a agentes de la CBP armados que interrogaban a pasajeros desprevenidos, en su mayoría latinos o de minorías, sobre su ciudadanía o estatus migratorio, sin una orden judicial.

La demanda argumentaba que Greyhound está sujeto a las promesas hechas en su sitio web a los consumidores.

Por ejemplo, la compañía declara que los pasajeros deben experimentar un “viaje en autobús seguro y confiable” y que no tiene “espacio para la discriminación” y “no le preocupa la raza, color, o de qué parte proviene” el pasajero.

El acuerdo también requiere que Greyhoundpromulgue una serie de reformas corporativas, incluyendo implementar una política que niegue a los agentes de CBP el permiso para abordar sus autobuses en Washington sin una orden judicial o sospecha razonable.

Además, la compañía tendrá que capacitar a sus conductores y otros empleados sobre cómo comunicar esa política a los agentes de CBP.

Ferguson resaltó en un comunicado que “Greyhound tiene una obligación con sus clientes que no puede dejar de lado para que los agentes de inmigración puedan seguir realizando sus pesquisas a bordo de sus autobuses“.