La respuesta del gobierno de Bernardo Arévalo a las solicitudes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos permitió sacar a Guatemala de la lista de países en los que estos derechos son vulnerados, pero el Congreso y el Poder Judicial siguen siendo “motivo de preocupación”.
Así lo indicó en una entrevista el viernes con The Associated Press la vicepresidenta de la CIDH, Andrea Pochak, un día después de la presentación del informe anual del organismo.
“Encontramos en las nuevas autoridades políticas del gobierno de Guatemala una muy buena receptividad a nuestras recomendaciones”, dijo Pochak.
En su reporte anual la CIDH detalló como un logro de la democracia la toma de posesión de Arévalo en enero de 2024 –que la Fiscalía guatemalteca intentó bloquear a través de procesos judiciales–, la visita de la comisión al país en julio y una ligera baja en la tasa de homicidios en comparación con 2023.
También consideró “las medidas tomadas para mejorar la atención, investigación y sanción de los casos de violencia contra la mujer… y el fortalecimiento de la Comisión Presidencial por la Paz y los Derechos Humanos”.