El consumo de cannabis entre adultos mayores está en aumento, y con él, también crecen las preocupaciones sobre sus implicaciones en la salud mental y cognitiva.

Una reciente investigación realizada en Canadá revela un incremento notable en las visitas a salas de emergencia y hospitalizaciones relacionadas con el uso de marihuana por parte de personas mayores de 45 años.

Pero más allá del aumento en la demanda de atención médica, lo que ha encendido las alarmas en la comunidad científica es la posible conexión entre estos eventos y un mayor riesgo de desarrollar demencia.

El estudio, publicado por un equipo de investigadores de la Universidad de Ottawa y el Instituto de Investigación en Salud Bruyère, se basó en el análisis de los registros médicos de seis millones de adultos residentes en Ontario.

Ninguno de ellos tenía un diagnóstico previo de demencia al inicio del estudio, que abarcó el período entre 2008 y 2021. De ese universo, se identificó un subgrupo de más de 16 mil personas que necesitaron atención médica urgente, ya fuera a través de visitas a emergencias o internaciones, como consecuencia del consumo de cannabis.

A lo largo de esos 13 años, los casos de adultos mayores de 45 años que acudieron por primera vez a servicios de atención aguda debido al cannabis aumentaron en más de cinco veces, pasando de 6,9 por cada 100.000 personas en 2008 a 37,6 en 2021.

El cambio fue aún más drástico en el grupo de mayores de 65 años, donde se reportó un aumento de casi 27 veces en ese mismo período, al pasar de 0,65 a 16,99 por cada 100.000 personas.

Demencia 5 años después de ir a emergencias por cannabis

Este patrón de aumento coincide con la evolución de las políticas sobre cannabis en América del Norte. Aunque la marihuana sigue siendo ilegal a nivel federal en Estados Unidos, su uso médico está autorizado en 39 estados y en Washington D.C., mientras que 24 estados permiten el consumo recreativo.

Como resultado, personas de mediana edad y mayores se han sumado a la llamada “ola verde”, utilizando el cannabis como herramienta para aliviar el dolor, dormir mejor, reducir el estrés o simplemente relajarse. De hecho, un estudio de 2024 reveló que el 21% de los adultos de 50 años o más consumió cannabis en el último año, y el 12% lo hace de forma mensual.

Pero esta aparente tendencia de bienestar tiene una cara menos visible. Los investigadores descubrieron que los adultos mayores que requirieron atención médica urgente por motivos relacionados con el cannabis tenían un 23% más de probabilidades de ser diagnosticados con demencia en los siguientes cinco años, en comparación con quienes ingresaron al hospital por otras razones. Peor aún, cuando se comparó este grupo con la población general, el riesgo fue 72% mayor.

Uno de los autores del estudio, el Dr. Daniel Myran, explicó que el consumo excesivo y prolongado de marihuana puede estar vinculado con problemas de memoria y con alteraciones en la estructura cerebral que podrían estar relacionadas con el desarrollo de la demencia.

Por su parte, la científica Colleen Webber añadió que el cannabis también puede elevar el riesgo de otros factores asociados con el deterioro cognitivo, como la hipertensión, traumatismos craneoencefálicos, depresión e incluso el aislamiento social.

Los investigadores señalan que aún se necesita mayor evidencia para comprender exactamente cómo el cannabis afecta al cerebro de los adultos mayores. Sin embargo, este estudio aporta datos valiosos para abrir el debate sobre los riesgos del uso frecuente de marihuana en una población cada vez más propensa a su consumo.