Se calcula que 17 millones de hogares estadounidenses reportaron dificultades para conseguir alimentos suficientes en 2022, lo que supone un aumento significativo respecto a 2021, cuando los fuertes apoyos gubernamentales contribuyeron a aliviar el estancamiento económico provocado por la pandemia.

Un nuevo informe del Departamento de Agricultura, difundido el miércoles, describe un panorama inquietante de las penurias posteriores a la pandemia, con aumentos “estadísticamente significativos” de la inseguridad alimentaria en múltiples categorías. Utilizando una muestra representativa de aproximadamente 32.000 hogares estadounidenses, el informe señala que el 12,8% (equivalente a 17 millones de hogares) declararon tener problemas ocasionales para costear suficientes alimentos, frente al 10,2% (13,5 millones de hogares) en 2021 y el 10,5% (13,8 millones de hogares) en 2020.

Los analistas y profesionales de la seguridad alimentaria apuntan al doble impacto que tuvieron el año pasado la alta inflación y la finalización gradual de múltiples medidas de ayuda gubernamental de la época de la pandemia.

”Esto evidencia cómo se ha hecho sentir el desmantelamiento de las intervenciones por la pandemia y el aumento en los costos de los alimentos”, dijo Geri Henchy, directora de política nutricional del Centro de Investigación y Acción Alimentaria. “Es como una tormenta horrible para las familias”.