El primer ministro israelí declaró el domingo que el Líbano es responsable de los ataques con cohetes lanzados de su territorio, independientemente de si Hezbollah los lanzó o no.

Los comentarios del primer ministro Naftali Bennett surgen pocos días después de uno de los peores brotes de violencia en la frontera entre los dos países en varios años.

“El país del Líbano y el ejército del Líbano tienen que asumir responsabilidad por lo que ocurra en su territorio”, expresó Bennett en reunión del gabinete.

Durante varios días la semana pasada, ese grupo guerrillero lanzó una andanada de cohetes contra Israel, provocando ataques aéreos del Estado judío. El viernes, los rebeldes lanzaron más cohetes, e Israel respondió con fuego de artillería.

“No importa para nosotros si es una organización palestina, si es grupo rebelde independiente, lo cierto es que el Estado de Israel no aceptará disparos hacia su territorio”, expresó Bennett.

El día anterior, el líder del Hezbollah, jeque Hasán Nasrala, advirtió que su grupo tomará represalias por cualquier ataque aéreo futuro de Israel contra Líbano

Y que sería un error asumir que Hezbollah se limitaría por las divisiones internas en Líbano o la crisis económica del país.

“No juzguen mal diciendo que Hezbollah está ocupado con los problemas de Líbano”, dijo Nasrala y añadió que el bombardeo fue un “mensaje claro”.

En un comunicado emitido el domingo, el secretario general de las Naciones Unidas exhortó “a todas las partes a ejercer la máxima mesura” y “evitar acciones que agraven las tensiones y causen un malentendido”.

Líbano pasa por su peor crisis económica y financiera en su historia moderna, que el Banco Mundial describe como una de las peores en el mundo desde mediados del siglo XIX.