Un juez en Nueva York ordenó el viernes que el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, permanezca detenido por cargos de tráfico de drogas y armas.

En una breve comparecencia judicial, Hernández respondió un par de veces al juez Stewart Aaron, de la corte del distrito sur de Nueva York, que le preguntó si le parecía bien proceder de forma virtual debido a los protocolos por la pandemia de COVID-19.

Los fiscales pidieron que Hernández permanezca detenido, algo a lo que no se opuso el abogado del expresidente, Raymond Colón. Éste dijo, sin embargo, que se reserva el derecho más adelante de pedir libertad bajo fianza.

“Al menos de momento consentimos a una orden de detención permanente, reservándonos el derecho de presentar una solicitud de fianza más adelante en el proceso”, dijo Colón, un abogado con oficinas en el condado del Bronx.

La comparecencia, ocurrida después de que el exmandatario fuera extraditado el jueves, aún sorprende a muchos debido a que Hernández era presidente de Honduras hace tan sólo tres meses y a que alguna vez fue considerado por las autoridades estadounidenses como un aliado clave en la guerra contra el narcotráfico.

Al expresidente no se le requirió declararse culpable o inocente el viernes durante la comparecencia, que duró sólo 12 minutos. Eso lo hará en otra audiencia fijada para el 10 de mayo ante el juez Kevin Castel, quien presidió hace pocos años el juicio por narcotráfico a un hermano de Hernández, el ex congresista Tony Hernández.

El jueves en Honduras, Hernández subió a un avión de camino a Nueva York escoltado por agentes de agencia antidrogas estadounidense, más conocida como DEA. La fiscal Elinor Tarlow dijo que Hernández llegó a Nueva York el viernes poco antes de la una de la madrugada.

Las autoridades de Estados Unidos dijeron el jueves que entre aproximadamente 2004 y 2022 Hernández participó en una “violenta” conspiración para permitir que carteles de la droga enviaran miles de kilos de cocaína a Estados Unidos a cambio de millones de dólares.

El viernes el exmandatario parecía relajado y tranquilo. Llevaba una chaqueta azul con una camisa debajo y permaneció sentado mientras escuchaba al juez y a un intérprete de español a través de un teléfono.

“Sí, le estoy escuchando su señoría, con ayuda del intérprete”, dijo Hernández. El expresidente tomó unos sorbos de de bebida cola antes de que la audiencia empezara y asentía con la cabeza a veces cuando el juez hablaba.

En una rueda de prensa en Washington, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, dijo que Hernández “abusó” de su posición como presidente para dirigir Honduras como “un narco Estado” y que recibió sobornos por parte de múltiples carteles, incluido, cuando era congresista, del Cartel de Sinaloa, operado en su momento por Joaquín “El Chapo” Guzmán.