Una jueza federal se negó el lunes a impedir que el Servicio Interno de Impuestos (IRS por sus iniciales en inglés) comparta datos fiscales de inmigrantes con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas con el fin de identificar y deportar a aquellas personas que se encuentran en Estados Unidos sin autorización legal.
En lo que representa una importante victoria para el gobierno del presidente Donald Trump, la jueza federal Dabney Friedrich se negó a emitir una orden preliminar en una demanda presentada por grupos sin fines de lucro. Las organizaciones argumentaron que aquellos inmigrantes sin permiso legal que pagan impuestos tienen derecho a las mismas protecciones de privacidad que los ciudadanos estadounidenses y los inmigrantes que están legalmente en el país.
Friedrich, quien fue designada al cargo por Trump, se había negado previamente a otorgar una orden temporal en el caso.
La decisión se produce menos de un mes después de que la ex comisionada interina del IRS, Melanie Krause, presentó su renuncia debido a un acuerdo que le permite al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus iniciales en inglés) enviar al IRS los nombres y direcciones de inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos para cotejar los registros fiscales.