Un estudio reciente llevado a cabo por científicos de la Universidad de Cambridge ha revelado que un medicamento tan común como la aspirina podría desempeñar un papel fundamental en la lucha contra el cáncer.
Según los hallazgos, este fármaco de bajo costo y fácil acceso podría ayudar a prevenir la metástasis, el proceso mediante el cual las células cancerosas se propagan desde el tumor original a otras partes del cuerpo.
El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo, y en 2025 se estima que solo en Estados Unidos habrá más de dos millones de nuevos casos, con aproximadamente 618,000 muertes, lo que equivale a unas 1,700 por día. Se calcula que cerca del 90% de estas muertes ocurren debido a la metástasis, lo que hace que cualquier avance en su prevención sea de gran relevancia.
El estudio, publicado en la revista Nature, encontró que la aspirina podría ayudar a frenar este proceso al estimular el sistema inmunológico. Específicamente, se descubrió que el medicamento bloquea la acción de una proteína clave, ARHGEF1, que inhibe la actividad de las células T, un tipo de célula del sistema inmune responsable de atacar las células cancerosas.
Esta proteína se activa cuando las células T entran en contacto con un factor de coagulación llamado tromboxano A2 (TXA2), una sustancia que la aspirina ya es conocida por reducir.
El profesor Rahul Roychoudhuri, quien dirigió la investigación, enfatizó la necesidad de cautela con estos hallazgos. Si bien los resultados son prometedores, el uso prolongado de aspirina conlleva riesgos, como problemas gastrointestinales y un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, especialmente en personas mayores. Por ello, recomendó que los pacientes interesados en esta terapia consulten a su oncólogo antes de iniciar cualquier tratamiento.
Menor propagación de cáncer
Los experimentos en ratones han mostrado resultados alentadores. Aquellos que recibieron aspirina presentaron una menor propagación del cáncer, especialmente en casos de melanoma, cáncer de mama, de intestino y de próstata.
Sin embargo, los investigadores subrayan la necesidad de ensayos clínicos en humanos para determinar con precisión la seguridad y eficacia de este enfoque en el tratamiento del cáncer.
En los próximos años, los científicos colaborarán con expertos en ensayos clínicos para evaluar si la aspirina puede ser utilizada como parte de los tratamientos estándar para prevenir la recurrencia del cáncer en etapas tempranas.
La profesora Ruth Langley, quien lidera el ensayo clínico Add-Aspirin en el University College de Londres, señaló que este descubrimiento permitirá interpretar mejor los resultados de los estudios actuales y determinar qué pacientes podrían beneficiarse más del uso de aspirina después de un diagnóstico de cáncer.
Si bien la aspirina no es una solución definitiva, sus posibles beneficios como herramienta complementaria en la lucha contra el cáncer han despertado un renovado interés en su potencial terapéutico. Con más investigaciones en curso, este medicamento podría convertirse en un aliado clave en la prevención de la propagación del cáncer en el futuro.