Por primera vez en casi dos años de subidas consecutivas, la Reserva Federal mantuvo sin cambios las tasas de interés a corto plazo este miércoles, en lo que muchos consideran una señal de que la ronda de alzas para controlar la inflación puede estar llegando a su fin.

Tras una reunión de dos días consecutivos, la Fed no subió las tasas de interés (actualmente en 5.4%) en parte porque la economía se ha comportado en la dirección que el banco central anticipaba. La inflación ha caído levemente, aunque la contratación, el gasto de los consumidores y el crecimiento económico se han mantenido fuertes.

Estas condiciones han hecho que no se haya materializado una temida y pronosticada recesión. Sin embargo, el ritmo al que se desacelera la inflación se ha ralentizado, y un crecimiento económico sólido podría mantener la inflación elevada o incluso dispararla más.