Un estudio reciente ha revelado que la vitamina D podría ser una herramienta eficaz y económica para reducir la presión arterial, un factor clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Conocida como la “vitamina del sol” por su generación en la piel a través de la exposición a la luz solar, la vitamina D ha sido destacada durante años por sus beneficios para la salud ósea.
Sin embargo, nuevas investigaciones sugieren que también podría reducir significativamente la presión arterial en personas mayores con obesidad, lo que disminuiría el riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
El estudio, liderado por investigadores en el Líbano y publicado en Siicsalud incluiyo a 221 participantes de una edad promedio de 71 años, todos ellos con un índice de masa corporal (IMC) de 30,2, clasificado como obeso.
A lo largo de un mes, los participantes fueron divididos en dos grupos y recibieron diferentes dosis de vitamina D. Uno de los grupos recibió 600 unidades internacionales (UI) diarias, cantidad recomendada por los Institutos de Medicina, mientras que el otro grupo tomó una dosis más elevada de 3.750 UI por día.
Después de un seguimiento de un año, los resultados mostraron una disminución promedio en la presión arterial de 3,5 milímetros de mercurio (mm Hg) en ambos grupos. Esta reducción, aunque modesta, representa un avance importante en la búsqueda de tratamientos no invasivos para una afección que, según el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra (NHS), es responsable de una de cada cuatro muertes en el país.
La presión arterial alta, o hipertensión, es una “amenaza silenciosa” que afecta la salud cardiovascular y suele pasar desapercibida hasta que surgen problemas graves. En el Reino Unido, aproximadamente un tercio de quienes padecen esta condición no están diagnosticados, lo que aumenta su riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, renales, y demencia vascular.
Método de bajo riesgo
El descubrimiento de que un suplemento de bajo costo como la vitamina D puede ayudar a reducir la presión arterial ha sido recibido con interés por la comunidad médica, ya que podría ofrecer un método accesible y de bajo riesgo para millones de personas afectadas por esta condición.
Los investigadores observaron que aunque la dosis más alta de vitamina D produjo una reducción promedio de 4,2 mm Hg en la presión arterial sistólica, comparada con una disminución de 2,8 mm Hg en el grupo de dosis baja, esta diferencia no era lo suficientemente grande como para considerarse clínicamente significativa.
Los resultados, publicados en el Journal of the Endocrina Society, subrayan que la dosis estándar de 600 UI al día ya es efectiva para reducir la presión arterial en adultos mayores obesos y que aumentar la dosis no genera un beneficio considerable adicional.
No obstante, la deficiencia de esta vitamina es un problema común en el Reino Unido, donde factores como una dieta poco variada y la falta de exposición solar agravan la insuficiencia de esta vitamina en la población.
A medida que la ciencia explora los múltiples beneficios de la vitamina D, este nuevo hallazgo en Líbano destaca la importancia de un suplemento que muchos ya toman regularmente y que ahora podría tener un rol fundamental en la lucha contra una de las principales causas de mortalidad en el mundo.