Sólo una pequeña parte de las personas con alto riesgo de padecer cáncer de pulmón se somete a las pruebas de detección, a pesar de que en Estados Unidos este tipo de cáncer mata más que el de mama, el colorrectal y el de próstata juntos.
Por eso la Sociedad Estadounidense del Cáncer ha publicado nuevas directrices para que millones de personas más se sometan a exámenes periódicos para detectar posibles tumores con la suficiente antelación y salvar vidas.
Las nuevas directrices se hacen eco de las recomendaciones existentes del Grupo de Trabajo para Servicios Preventivos de Estados Unidos.
Estas indican desde 2021 que las personas de entre 50 y 80 años que han fumado al menos 20 “años de cajetillas” en su vida, quienes aún fuman e incluso quienes dejaron de hacerlo en los últimos 15 años deberían someterse anualmente a un tomografía computarizada de dosis baja, un tipo específico de radiografía.