México acordó recibir hasta 60,000 inmigrantes como parte de la Declaración de Los Ángeles impulsada por el Gobierno del presidente Joe Biden en la Cumbre de las Américas.
El acuerdo fue anunciado por el mandatario estadounidense y otros líderes, donde se marcan tres pilares: asistencia a las comunidades locales, opciones de ciudadanía o protrección y reforzamiento de las fronteras.
México tendrá acciones concretas, según la Declaración, a través de tres programas, tanto de trabajo temporal, como de refugio y asilo.
”México ampliará el programa Tarjeta de Trabajador Fronterizo existente para incluir de 10,000 a 20,000 beneficiarios adicionales”, se indica.
El programa busca satisfacer las necesidades de los empleadores en México, se indicó.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador no acudió a la cumbre, la Administración Biden defendió que se habían logrado diversos acuerdos con su administración, los cuales serían afinados con el canciller Marcelo Ebrard, representante de México en el evento.
“México lanzará un nuevo programa de trabajo temporal que brinda oportunidades… en México para 15,000 a 20,000 trabajadores de Guatemala por año”, se indicó.
El Gobierno mexicano analiza la posibilidad de ampliar la elegibilidad para ese programa a originarios de Honduras y El Salvador en el mediano plazo.
“México integrará a 20,000 refugiados reconocidos al mercado laboral mexicano durante los próximos tres años”, se indicó.
Ese plan será desarrollado con el apoyo de ACNUR, para conectar a personas con estatus legal con oportunidades laborales en regiones con escasez de mano de obra.
“[Con esta] iniciativa conjunta con ACNUR, el sector privado y el Gobierno mexicano, tanto los refugiados como las empresas se beneficiarán de una integración exitosa en el mercado laboral formal de México”, se acotó.
López Obrador rechazó acudir a la cumbre en Los Ángeles, debido a que la Administración Biden no invitó a Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero ambas administraciones preparan una reunión bilateral en la Casa Blanca en julio.
Tampoco los mandatarios de El Salvador, Honduras y Guatemala, países que serían beneficiados con el programa migratorio, acudieron a la cumbre, pero sus delegaciones serían parte de las negociaciones.