Miles de mujeres llenaron el sábado una plaza cerca de la Casa Blanca antes de marchar directamente a los escalones de la Corte Suprema de Estados Unidos para demandar la continuación del acceso a los abortos, en un año en el que legisladores y jueces conservadores lo han puesto en peligro.
La primera Marcha de Mujeres durante el gobierno de Joe Biden era parte de protestas nacionales que atrajeron a miles en Washington y otras ciudades.
Las mujeres en Washington portaban carteles que leían “El aborto es una decisión personal, no un debate legal”, entre otros mensajes. Algunas llevaban camisetas con la inscripción “1973”, una referencia al año en que la Corte Suprema emitió el histórico fallo Roe vs. Wade, que hizo legal el aborto para las mujeres estadounidenses.
Elaine Baijal, una estudiante de 19 años en la American University, tomó fotos de sus amigas y sus pancartas al comenzar el evento. Dijo que su madre le dijo que en la década de 1970 ella había participado con su madre en una marcha por el aborto.
“Es triste que aún tengamos que pelear por nuestro derecho 40 años después, pero es una tradición que quiero continuar”, dijo Baijal de la marcha.
Las organizadoras dijeron que la marcha en Washington es una de centenares de protestas el sábado, centradas en el derecho al aborto en todo el país. Las manifestaciones se producen días antes del inicio de un debate en el tribunal máximo que decidirá el futuro de los derechos al aborto en Estados Unidos, luego de que los jueces nominados por el presidente Donald Trump fortalecieron el control conservador de la Corte.
La marcha es parte de “la lucha para asegurar salvaguardas y fortalecer nuestro derecho constitucional al aborto”, dijo en una declaración Rachel O’Leary Carmona, directora ejecutiva de la Marcha de Mujeres. “Es una lucha contra los jueces de la Corte Suprema, los legisladores estatales y los senadores que no están de nuestra parte o que no están actuando con la urgencia que demanda el momento”.