A medida que nos acercamos a las festividades y entramos en la temporada de virus respiratorios, varios estados en Estados Unidos están viendo un preocupante aumento en las muertes relacionadas con el COVID-19.
Datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) revelan que ocho estados han experimentado incrementos en las muertes por coronavirus hasta el 11 de noviembre.
Tanto Colorado como Maryland son los únicos dos estados donde el porcentaje de muertes causadas por COVID-19 en la última semana se encuentra en el rango amarillo, indicando que están entre el 4 y el 5,9 por ciento de las muertes. Maine casi cae dentro de esta categoría con un 4 por ciento.
A nivel nacional, se observa un aumento absoluto del 0,2% en las muertes por COVID-19 en EE.UU. durante esa semana, según los datos de los CDC. E
ste incremento coincide con un aumento del 8,6 por ciento en las hospitalizaciones por COVID-19. Actualmente, solo el 1,3% de los condados en Estados Unidos (42 en total) tienen niveles altos de admisión hospitalaria.
El mes pasado, la perspectiva de la temporada de enfermedades respiratorias de los CDC proyectó que Estados Unidos probablemente experimentaría una cantidad similar de hospitalizaciones a la del invierno pasado.
Aunque aún no se sabe si las hospitalizaciones serán mayores o menores de lo proyectado, se espera que superen las cifras previas a la pandemia. A pesar de que la mayor parte del país está experimentando tasas mínimas o bajas de visitas al departamento de emergencias en las que las personas dan positivo por el virus, las visitas al servicio de urgencias aumentaron un 7,1% en la semana más reciente registrada.
Nuevo México se destaca como el único estado que informa tasas “sustanciales” de visitas al servicio de urgencias en las que los pacientes dan positivo. Sin embargo, la falta de datos de estados como Oklahoma, Missouri y Minnesota plantea interrogantes sobre la magnitud real del problema en otras partes del país.
Las autoridades sanitarias están instando a la población a tomar precauciones adicionales durante la temporada de fiestas para frenar la propagación del virus.
A medida que nos adentramos en los meses más fríos, se espera que la presión sobre los sistemas de salud aumente. Las autoridades seguirán monitoreando de cerca la situación y ajustando las medidas según sea necesario para proteger la salud pública y garantizar la seguridad de la comunidad durante esta temporada.