Cerca de 200 países aprobaron el sábado un acuerdo de compromiso con que se pretende mantener una meta clave de calentamiento global, pero contiene un cambio de último momento que suaviza el lenguaje crucial sobre el carbón.

Varios países, incluidas naciones isleñas pequeñas, se dijeron profundamente decepcionados por el cambio promovido por La India de “reducir gradualmente” en lugar de “eliminar gradualmente” la energía generada por el carbón, la mayor fuente de emisiones de gas de efecto invernadero.

“Nuestro frágil planeta pende de un hilo”, dijo el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en un comunicado. “Todavía tocamos en la puerta de la catástrofe climática”.

Uno tras otro, los países se quejaron después de dos semanas de conversaciones climáticas de la ONU en Glasgow, Escocia, de que el acuerdo no abarcaba lo suficiente, pero consideraron que eso era mejor que nada y proporciona un avance incremental, si bien no una victoria.

El final, la cumbre rompió moldes al señalar el carbón, aunque sea de manera poco convincente, al establecer las reglas para el intercambio internacional de créditos de carbono y al indicar a los grandes contaminadores que regresen el próximo año con mejores promesas de reducción de las emisiones.

Pero las prioridades nacionales tanto políticas como económicas de nuevo impidió que los países se comprometieran a reducciones más grandes y rápidas que los científicos consideran necesarias para mantener el calentamiento global por debajo de los niveles peligrosos que producirían un clima extremo y un incremento de los mares capaz de borrar del mapa a algunas naciones isleñas.

Antes de la cumbre en Glasgow, Naciones Unidas habían establecido tres criterios para el éxito, y ninguno de ellos fue logrado. Tales criterios eran la reducción de las emisiones de dióxido de carbono a la mitad para 2030, una ayuda económica de 100.000 millones de dólares de los países ricos a los pobres y el asegurar que la mitad de ese dinero sea destinado a ayudar a los países en vías de desarrollo a adaptarse a los peores efectos del cambio climático.

“No logramos estos objetivos en esta conferencia”, lamentó Guterres.

La ministra de Medio Ambiente de Suiza, Simonetta Sommaruga, dijo que el cambio hará que sea más complicado lograr la meta internacional para limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit) de la época preindustrial —el umbral más inflexible establecido en el Acuerdo de París de 2015.

John Kerry, el enviado climático de Estados Unidos, dijo que los gobiernos no tuvieron más opción que aceptar el ajuste propuesto por India.

“De no haberlo hecho no tendríamos un acuerdo”, declaró.

Sin embargo, insistió en que el pacto representa buenas noticias para el mundo.

“Tiene algunos problemas, pero en general es un muy buen pacto”, dijo a The Associated Press.

Muchos otros países y activistas climáticos criticaron a India por hacer las exigencias que debilitaron el acuerdo final.

“El cambio de India del último minuto al lenguaje para reducir de forma escalonada, pero no eliminar de forma escalonada, el carbón, es bastante impactante”, advirtió el climatólogo australiano Bill Hare, quien registra promesas mundiales de emisiones para el portal Climate Action Tracker. “Desde hace mucho tiempo, India bloquea la acción climática, pero nunca había visto que lo hiciera tan públicamente”.

Otros analizaron el acuerdo desde una perspectiva más positiva. Además del cambio revisado del carbón, el Pacto Climático de Glasgow incluye suficientes incentivos económicos para prácticamente satisfacer a las naciones más pobres y resolvió un problema para allanar el camino para el comercio del carbón.

El acuerdo también señala que las naciones que contaminan mucho por emisiones del carbón tienen que regresar y presentar promesas de reducción de emisiones más agresivas para finales de 2022.