En un reciente estudio publicado en Scientific Reports, los investigadores concluyeron en que la frecuencia del lavado de los dientes influye en el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.

La muestra incluye a pacientes de 20 años o más que visitaron el Hospital Universitario de Osaka en Japón. Específicamente los pacientes acudieron entre abril del 2013 y marzo del 2016 para un examen, cirugía o tratamiento de alguna enfermedad cardíaca. También los que fueron a la unidad de odontología para recibir tratamientos, cuidado oral perioperatorio y detección de infecciones.

Los investigadores dividieron en cuatro grupos a las personas según sus hábitos de higiene bucal. Los que se cepillaban dos veces al día (al levantarse y al acostarse), los que solo se limpiaban los dientes por la mañana, los que solamente lo hacían por la noche y los que no practicaban higiene bucal.

Otros factores que se tomaron en cuenta fue la edad, el sexo, el historial de tabaquismo, los registros dentales y los médicos. Estos datos fueron contrastados con las hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca, arritmia, infarto de miocardio, angina de pecho y enfermedades valvulares y aórticas que requieren cirugía.

Los hallazgos indican que muchas personas de mediana edad y mayores no se cepillaban los dientes por la noche. La razón principal es que la ingesta de alcohol les provocaba sueño, antes de higienizarse. Sin embargo, en todos los grupos de estudio, varias personas admitieron no hacerlo por desinterés, hábitos aprendidos o estilo de vida.

Cepillarte puede marcar la diferencia

El estudio reveló que las personas que se cepillan dos veces al día o solo por la noche tienen tasas de supervivencia significativamente más altas. En cambio, el pronóstico para quienes fuman o no tienen ningún tipo de higiene bucal suele ser peor.

La razón es que el desayuno y el almuerzo generan más depósitos intraorales que permanecen en la boca todo el día. De esta manera aumentan el riesgo de tener caries y otras enfermedades periodontales. Por lo tanto, resulta insuficiente sólo cepillarse por la mañana al despertar.

Por esto, concluyen que lavarse los dientes por la noche es crucial para mantener una buena salud bucal. Además, respaldan así la hipótesis de que la carga bacteriana aumenta durante el sueño por la reducción del flujo salival.

Los investigadores creen que las bacterias persistentes en la boca son las culpables de la inflamación en todo el cuerpo, lo que puede provocar problemas de salud graves, como enfermedades cardiovasculares.