A través de un parche cutáneo, ahora puedes desde la comodidad de tu casa realizarte una prueba del melanoma, y así ayudas a detectar uno de los más peligrosos de cáncer de piel, de forma temprana, sin necesidad de una biopsia o una extracción de sangre.
El ‘ExoPatch’, un parche de silicona con microagujas en forma de estrella, fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Michigan (UM), con financiamiento de los Institutos Nacionales de Salud.
A través de las pruebas, el parche distinguió el melanoma de la piel sana en ratones. Tras su aplicación en la piel, pasa por un proceso rápido antes de que la tira reactiva proporcione el resultado: dos líneas para signos de melanoma y una línea para un resultado negativo. Si bien, es una prueba de concepto en esta etapa, “las aplicaciones potenciales son enormes”, dijo la profesora de ingeniería química de la UM, Sunitha Nagrath, autora del estudio.
Continuó explicando: “Las agujas en forma de estrella del parche hacen que la punción sea más fácil y menos dolorosa, pero son tan pequeñas que solo atraviesan la capa más superficial de la piel, la epidermis, y no extraen sangre”.
El tipo de cáncer de piel más peligroso
De acuerdo a especialistas, el melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso, ya que tiene un alto potencial de propagarse rápidamente a otros órganos si no se detecta a tiempo. “A diferencia de los carcinomas de células basales o de células escamosas, que tienden a crecer lentamente y permanecer localizados, el melanoma puede invadir rápidamente los ganglios linfáticos y hacer metástasis en los pulmones, el cerebro o el hígado”, manifestó la dermatóloga Sophie Momen a la publicación
Newsweek.
Por el riesgo, se recomienda a los pacientes que se autocontrolen mensualmente y busquen una evaluación inmediata ante cualquier cambio o aparición de manchas nuevas.
¿Cuáles son los síntomas iniciales del melanoma?
Los síntomas iniciales del melanoma que debes buscar incluyen principalmente cambios en lunares o manchas en la piel.
- Asimetría: la mitad del lunar no es igual a la otra mitad.
- Bordes irregulares, desiguales o dentados.
- Color: variedad de colores en la misma lesión, incluyendo marrón, negro, azul, blanco, rojo o mezclas.
- Diámetro: generalmente más de 6 mm, pero puede ser menor en etapas iniciales.
- Evolución: cualquier cambio notable en tamaño, forma, color o elevación del lunar o mancha.
Es importante reconocer un lunar o mancha que luzca diferente a los demás en tu piel (el llamado “signo del patito feo”). El melanoma inicial puede aparecer como un lunar nuevo o como un cambio en uno existente. En algunos casos también puede presentarse como una lesión que sangra, pica o duele.
Tratamiento del melanoma
El tratamiento del melanoma depende de la etapa del cáncer y puede incluir principalmente cirugía, inmunoterapia, terapia dirigida, radioterapia y, en algunos casos, quimioterapia.
- Cirugía. Es el tratamiento fundamental para el melanoma en etapa inicial y avanzada que puede ser extirpado. Consiste en la resección local amplia del tumor con márgenes de tejido sano para asegurar la eliminación completa del cáncer. En melanomas más gruesos o con riesgo de metástasis, se puede incluir la extirpación de ganglios linfáticos afectados o biopsia del ganglio centinela.
- Inmunoterapia. Es el tratamiento recomendado para melanomas metastásicos, irresecables o en estadio avanzado. Se utilizan fármacos que estimulan el sistema inmune para atacar el cáncer, como pembrolizumab, nivolumab e ipilimumab. También hay combinaciones con otros inmunomoduladores (relatimab) o interleucina.
- Terapia dirigida. Indicada en melanomas con mutaciones específicas, especialmente en el gen BRAF, con medicamentos como dabrafenib, trametinib, vemurafenib, cobimetinib o encorafenib. Se usa en tratamientos adyuvantes tras cirugía o para melanoma avanzado.
- Radioterapia. No es el tratamiento primario para el melanoma, pero se emplea tras cirugía si quedan sospechas de células tumorales, para tratar ganglios linfáticos afectados o melanomas metastásicos que causan síntomas, especialmente en cerebro o hueso.
- Quimioterapia. Actualmente, es un tratamiento menos frecuente y generalmente se reserva para casos donde fallan la inmunoterapia y terapia dirigida. Entre los medicamentos usados están dacarbazina y temozolomida, pero no suelen prolongar la supervivencia de forma significativa.
En melanomas in situ o lentiginosos malignos, se prefiere la cirugía; en pacientes no candidatos quirúrgicos se pueden considerar alternativas como imiquimod tópico o crioterapia, aunque con limitaciones. El tratamiento se selecciona según características del melanoma (grosor, ulceración, sitio, estadio), la salud general y preferencias del paciente, y puede combinar varias modalidades para mejorar resultados.