Unos 200 estadounidenses y otros extranjeros abordaron el jueves un vuelo comercial en el aeropuerto de Kabul, en la primera evacuación en gran escala desde que las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN se retiraron de Afganistán el mes pasado.

La partida significó un avance significativo en la difícil coordinación entre Estados Unidos y el nuevo régimen del Talibán.

Últimamente se había producido un punto muerto entre el Talibán y los organizadores de varios vuelos chárter para evacuar a estadounidenses y afganos en peligro desde un aeropuerto en el norte de Afganistán.

Un funcionario estadounidense, quien habló a condición de anonimato al no estar autorizado para hablarle a la prensa, divulgó la cifra de pasajeros del vuelo a Qatar y reveló que dos funcionarios talibanes ayudaron a concretar el acuerdo: el nuevo ministro de exteriores y el viceprimer ministro.

A bordo había ciudadanos y residentes de Estados Unidos, alemanes, húngaros, canadienses y de otras nacionalidades, reveló.

No quedaba del todo claro cuántos estadounidenses iban a bordo y cuántos quedaban en Afganistán. La secretaria de prensa de la Casa Blanca Jen Psaki afirmó, antes de ese vuelo, que Estados Unidos cree que aproximadamente unos 100 ciudadanos suyos quedan en el país.

El Talibán había dicho que permitiría la partida de pasajeros con documentos de viaje en regla, pero muchas personas en el aeropuerto norteño carecían de documentos, lo cual había puesto en duda sus intenciones.

El vuelo de Qatar Airways se dirigía a Doha, Qatar.

Desde la pista del aeropuerto, el enviado qatarí Mutlaq bin Majed al-Qahtani dijo previamente que el vuelo partiría con estadounidenses y otros nativos de países occidentales a bordo.

“Llámenlo como quieran, chárter o vuelo comercial, todos tienen pasajes y pases para abordar”, dijo. “Esperemos que la vida regrese a la normalidad en Afganistán”, añadió, preciando que el viernes partiría otro vuelo.

Funcionarios qataríes revelaron que un número grande de estadounidenses viajaría a bordo, hablando bajo la condición de anonimato al anticiparse al anuncio oficial.

La partida de un grupo grande de estadounidenses por primera vez desde que Estados Unidos puso fin a su frenético puente aéreo a fines de agosto sería una señal de que Washington ha llegado a un acuerdo con el nuevo régimen talibán.

Tras la evacuación de más de 100.000 personas del país a raíz de la retirada de las tropas norteamericanas, los extensos daños en el aeropuerto de Kabul plantearon dudas sobre qué tan pronto podrían reanudarse los vuelos comerciales. Expertos técnicos de Qatar y Turquía han estado trabajando para restablecer las operaciones.

En la pista de despegue del aeropuerto de Kabul, guardias talibanes patrullaban, otros inspeccionaban los documentos de los pasajeros y los perros policiales husmeaban el equipaje. Muchos empleados de la instalación regresaron a sus cargos tras abandonarlos temporalmente en medio de caos de la evacuación semanas atrás.

Irfan Popalzai, un niño de 12 años cuya familia vive en Maryland, abordó el avión junto con su madre y cinco hermanos.

“Soy afgano pero me siento estadounidense y estoy muy emocionado”, expresó el chico.

Antes del despegue, funcionarios qataríes acudieron a la pista para anunciar la reapertura del aeropuerto para vuelos comerciales internacionales, tras unas reparaciones que tardaron varios días.