La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) lanzará el jueves una campaña publicitaria de un millón de dólares para que el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, revierta las políticas contra la inmigración ilegal de Donald Trump, que se tradujeron en la separación de numerosas familias.
La campaña consistirá en anuncios pagados en cadenas de televisión del estado de Washington y en redes sociales, y continuará durante varias semanas del año entrante.
Los actores Mandy Moore y Jason George prestaron su cara y su voz para expresar lo duro que sería imaginar una situación en la que son separados de sus hijos, y por ello piden al Gobierno de Biden que actúe urgentemente para reunificar a las familias de estos inmigrantes.
Aparece también el testimonio de una familia hispana, finalmente reunida tras meses de separación, que relatan en español y entre lágrimas que en el momento de ser separados “nunca” les dijeron cuándo se volverían a ver, según palabras de un adolescente.
La ACLU recuerda en un comunicado que “miles de niños fueron apartados (de sus familias), lo que causó indignación en todo el mundo, y muchas familias continúan separadas y devastadas tras aquello”.
“Sin una acción decisiva y rápida, el trauma y el daño causados por la Administración Trump se convertirá pronto en el distintivo de la vergüenza de Biden”, recuerda el director ejecutivo de ACLU, Anthony D.Romero, quien califica estas separaciones de “tragedia nacional”.
La ACLU, una de las organizaciones históricas del progresismo estadounidense, prepara además una próxima campaña para defender el derecho al aborto, en la que enfatizará en los problemas que causa la maternidad no deseada.