Un reciente estudio sugiere que la levotiroxina, uno de los medicamentos más recetados en Estados Unidos, podría estar relacionada con una mayor pérdida ósea, incrementando el riesgo de osteoporosis en adultos mayores. Este hallazgo, respaldado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, pone en evidencia posibles efectos secundarios de un tratamiento ampliamente utilizado.
Aproximadamente 23 millones de personas en el país consumen diariamente levotiroxina, comercializada principalmente bajo la marca Synthroid, para tratar condiciones tiroideas. Esta hormona sintética regula procesos clave como el metabolismo, el peso corporal y el crecimiento del cabello. Sin embargo, el estudio encontró que quienes usan este medicamento experimentan pérdida ósea a un ritmo superior al de sus pares con características similares de salud y físico.
El análisis incluyó a 81 pacientes que consumían levotiroxina y 364 que no lo hacían, con una edad promedio de 73 años. Durante seis años de seguimiento, se observó una reducción significativa de masa ósea total y densidad mineral ósea en los usuarios del fármaco, incluso en aquellos cuyos niveles de hormona tiroidea se mantenían dentro de los rangos normales.
El profesor Shadpour Demehri, especialista en radiología y coautor del estudio, señaló que el uso del medicamento, siguiendo las pautas actuales, parece estar asociado con un aumento en la pérdida ósea en adultos mayores. Estos hallazgos plantean la necesidad de una reevaluación del tratamiento con levotiroxina, especialmente en esta población vulnerable.
El problema se agrava porque muchos pacientes continúan con el medicamento durante largos periodos sin una revisión periódica de su necesidad. La Dra. Jennifer Mammen, endocrinóloga de Johns Hopkins y coautora del estudio, instó a los pacientes a discutir con sus médicos la relación riesgo-beneficio del tratamiento y a realizarse controles regulares de función tiroidea.
La comunidad científica aún no tiene claro por qué la levotiroxina afecta la densidad ósea. Investigaciones previas sugieren que un exceso de hormonas tiroideas podría acelerar la pérdida de tejido óseo sin un reemplazo proporcional. Esto alteraría el equilibrio necesario para mantener huesos saludables. Sin embargo, otros estudios, incluido este de Johns Hopkins, no han podido establecer de forma concluyente una conexión directa entre el medicamento y la osteoporosis, subrayando la necesidad de más investigaciones.
El uso de levotiroxina también ha sido objeto de críticas en otros estudios. Investigadores de la Universidad de Yale señalaron en 2023 que hasta el 90 % de los pacientes que toman el fármaco podrían no necesitarlo. Esto plantea dudas sobre la frecuencia con que se prescribe sin un diagnóstico claro de hipotiroidismo.
Para la Dra. Elena Ghotbi, autora principal del estudio, estos datos reflejan un patrón de prescripción excesiva, especialmente en adultos mayores. Muchos reciben el tratamiento sin evidencia clínica suficiente de hipotiroidismo, lo que podría derivar en riesgos innecesarios.
Además de los adultos mayores, las mujeres son especialmente propensas a desarrollar problemas de tiroides y osteoporosis debido a cambios hormonales. Este grupo enfrenta entre cinco y ocho veces más probabilidades de sufrir disfunciones tiroideas que los hombres, aumentando el riesgo de complicaciones óseas.
Aunque la relación entre hormonas tiroideas y salud ósea sigue siendo objeto de debate, los hallazgos de este estudio subrayan la importancia de un enfoque más personalizado en el manejo de la levotiroxina. Tanto médicos como pacientes deben colaborar para evaluar continuamente la necesidad y dosificación del tratamiento, teniendo en cuenta posibles efectos secundarios.
El equipo de Johns Hopkins presentará estos resultados en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte en Chicago, un espacio que promete generar un diálogo crucial sobre las implicaciones de estos hallazgos. Mientras tanto, los pacientes que toman levotiroxina están llamados a actuar con precaución, asegurándose de que su tratamiento sea realmente necesario y monitoreado adecuadamente.