El primer vuelo de deportación de migrantes irregulares ecuatorianos que cruzaron la selva del Darién, financiado por Estados Unidos en el ámbito de un acuerdo con Panamá, partió este jueves de la capital panameña con destino a la ciudad ecuatoriana de Manta.
El vuelo con 30 ciudadanos de nacionalidad ecuatoriana partió desde el Aeropuerto Marcos A. Gelabert, en el lado Pacífico del canal de Panamá, con destino a la ciudad portuaria de Manta, dijo a EFE una fuente oficial.
Los migrantes ecuatorianos, un número no determinado de ellos con antecedentes penales y otros con estatus migratorio irregular, según la fuente, llegaron esposados a la terminal aérea y abordaron la aeronave a las 19:35 hora local (00:35 GMT) luego de un control documental.
De estos ciudadanos, entre ellos 3 mujeres, 28 fueron deportados y 2 expulsados, mientras que entre estos migrantes hay además 9 de “alto perfil” vinculados a casos de homicidio, narcotráfico, asociación ilícita, delincuencia organizada, microtráfico y pandillerismo, dijo la directora encargada del Servicio Nacional de Migración (SNM), Erly Estela Miranda.
El pasado 20 de agosto, el primero de estos vuelos costeado por Estados Unidos, como lo estableció el convenio bilateral suscrito el pasado 1 de julio, salió desde Panamá con destino a Medellín con una treintena de migrantes colombianos que fueron deportados.
Cuatro días después, el sábado 24 de agosto, otro grupo de cerca de 30 ciudadanos colombianos con estatus migratorio irregular fueron enviados a su país por las autoridades de Panamá, y está programado que el 30 de agosto salga otro vuelo con migrantes de esta nacionalidad.
“El trabajo que está haciendo el Gobierno panameño es ejemplar para la región” en esta materia, afirmó este jueves Marlen Piñeiro, Agregada Regional del Departamento de Seguridad Interna de EE.UU.
Panamá y EE.UU. firmaron este acuerdo para devolver a migrantes que atraviesen el Darién, la selva fronteriza con Colombia que vive una crisis por el flujo migratorio, que en el 2023 alcanzó las 520.000 personas, una cifra sin precedentes.
Según este pacto, los transeúntes serán retornados bajo la figura de la repatriación o la deportación “tanto a los que tienen antecedentes (penales) como aquellos que ingresen de manera irregular al país, que son todos los que entran por el Darién”, como ha señalado el director del Servicio Nacional de Migración de Panamá (SNM), Roger Mojica.
El convenio implica un apoyo estadounidense valorado en 6 millones de dólares, por lo que el presidente panameño, José Raúl Mulino, recordó la semana pasada que los vuelos de retorno de migrantes son “sin costo alguno para Panamá”.
Mulino indicó que igualmente está previsto regresar a su país a nacionales de China, sin dar una fecha, pero sí precisó que en el calendario de vuelos está programado uno de 70 a la India el próximo martes 3 de septiembre.
De acuerdo con datos oficiales ofrecidos este jueves por el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá, entre enero y agosto de 2023 cruzaron la selva del Darién 324.204 personas, y en el mismo periodo de este año lo hicieron 236.621, “lo que representa una disminución de más de 85.000 ciudadanos, esto equivale a una variación del 27 por ciento”.
“Con este primer vuelo con destino a Ecuador, se continúa la ejecución del acuerdo Panamá-Estados Unidos, para combatir la migración ilegal”, señaló un comunicado del ente de Seguridad.
La mayoría de los migrantes que cruzan el Darién son venezolanos, pero debido a que las relaciones diplomáticas de Panamá con Venezuela están en suspenso por la crisis poselectoral, no está previsto retornar a nacionales de este país, a quienes se les permite seguir, según han dicho las autoridades panameñas.