Henri se debilitó levemente a tormenta tropical el domingo temprano, pero aún tenía ráfagas de viento de hasta 100 kilómetros por hora (75 millas) en algunas áreas. Se prevé que el meteoro azote un largo tramo de la costa noreste de Estados Unidos, donde millones se preparan para la posibilidad de inundaciones, árboles derribados y cortes de energía prolongados.
Se calcula que el centro de la tormenta pasará justo por el extremo oriental de Long Island para el mediodía, y las autoridades emitieron alertas desde Connecticut a Rhode Island y Massachusetts. También se vieron afectados dos lujosas localidades de veraniego en el estado de Nueva York: Hamptons y Fire Island.
El domingo en la mañana, la tormenta tenía vientos máximos sostenidos de 110 km/h (70 mph), informó el Centro Nacional de Huracanes. Las ráfagas más fuertes eran de 121 km/h (75 mph) frente a la costa de Rhode Island.
Los expertos advirtieron que la mayor amenaza de la tormenta probablemente no provenga del viento sino de la marejada ciclónica y las inundaciones tierra adentro, causadas por lluvias fuertes y sostenidas.
Las primeras lluvias comenzaron a caer el sábado en la noche y se vaticina que acumularán 15 centímetros (6 pulgadas) de agua. Había enormes charcos en las vías de la ciudad de Nueva York, y en las ciudades de Newark y Hoboken en Nueva Jersey.
Los residentes de las zonas amenazadas se apresuraron el sábado en comprar alimentos y gasolina. En algunas casas frente a la costa, la gente tapió las ventanas con tablones y en otros casos evacuó la zona.
Las personas que estaban en Fire Island, en el extremo sur de Long Island, recibieron la orden de evacuar. Los últimos barcos zarparon de allí antes de las 11 p.m. del sábado y los rescatistas advirtieron que quien se quede podría quedar aislado.
Debido a las posibilidades de que hubiera mal tiempo el sábado en la noche fue cancelado un concierto de superestrellas en el Central Park de Manhattan.
El espectáculo incluiría a Bruce Springsteen, Paul Simon y Jennifer Hudson para celebrar la recuperación de la ciudad de Nueva York frente al coronavirus.
Sin embargo, funcionarios solicitaron a los aficionados que se retiraran del parque durante la actuación de Barry Manilow ante la amenaza de relámpagos. El alcalde Bill de Blasio dijo que el concierto tenía que ser cancelado y solicitó al público que se fuera a su casa.
El gobernador Andrew Cuomo solicitó a los residentes de Nueva York que hagan preparativos de último minuto, y advirtió que los aguaceros, ventarrones y marejadas ciclónicas a causa de Henri podrían ser tan devastadores como los de la tormenta Sandy ocurrida en 2012.