Caminar es una de las actividades más simples y accesibles para mejorar la salud física y mental. Aunque cualquier hora del día es buena para dar un paseo, hacerlo por la tarde ofrece beneficios únicos, respaldados por la ciencia.
Si buscas combatir el cansancio de media tarde, estabilizar tu nivel de azúcar en sangre o mejorar tu rendimiento físico, un paseo vespertino puede ser la solución que necesitas.
¿Por qué caminar en la tarde es ideal?
Muchas personas experimentan una caída de energía alrededor de las 15 horas. Según un estudio realizado con más de 90,000 participantes, la actividad física durante la tarde reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y mortalidad prematura más que hacer ejercicio por la mañana. Estos beneficios son especialmente notables en hombres y adultos mayores.
Caminar, una actividad física de bajo impacto, es ideal para ese momento del día. Además de ser una excelente manera de recuperar la energía física, también mejora el estado mental.
La doctora Michelle McDonough afirma que caminar es un ejercicio cardiovascular suave que puede ayudarte a alcanzar un nivel superior de salud y condición física. “Incluso 21 minutos de caminata diaria pueden reducir el riesgo de un ataque cardíaco en un 30%”, señala McDonough.
Además de quemar calorías y ayudarte a mantener el peso, caminar refuerza los sistemas linfático e inmunológico, haciéndolo un ejercicio integral.
Los paseos vespertinos no solo son buenos para el cuerpo, también benefician tu mente. Según el psicólogo Craig Kain, caminar ayuda a regular las emociones. Incrementa los niveles de dopamina, conocida como la “hormona de la felicidad”, y disminuye el cortisol, la “hormona del estrés”, lo que contribuye a estabilizar tu estado de ánimo.
Un paseo corto puede ser justo lo que necesitas para despejarte después de un día ajetreado o antes de retomar tus tareas.
Además, la tarde es un momento óptimo para la actividad física, ya que el cuerpo está mejor preparado. Según el doctor Andrew Jagim y sus colegas, el rendimiento muscular, la fuerza y la resistencia alcanzan su punto máximo durante la tarde y las primeras horas de la noche.
Caminar después del almuerzo tiene beneficios específicos para tu salud metabólica. Según Todd Buckingham, fisiólogo del ejercicio, esta actividad ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre al activar los músculos, que consumen glucosa directamente del torrente sanguíneo.
Esto no solo previene picos de azúcar, sino que también contribuye a mantener tus niveles de energía más constantes durante el resto de la tarde.
Medir tus pasos y registrar tu actividad es una excelente manera de mantenerte motivado. Según la Clínica Mayo, rastrear cuántos pasos das, la distancia recorrida y el tiempo dedicado a caminar puede inspirarte a establecer nuevos objetivos.
Ver tus avances, ya sea semanal, mensual o anualmente, es una fuente de motivación para continuar con esta saludable rutina.
Una caminata rápida es ideal para quemar calorías y reducir la grasa abdominal. William Dixon, médico y profesor de la Escuela de Medicina de Stanford, explica que la cantidad de calorías quemadas depende de la velocidad y la distancia recorrida.
Incluso una caminata moderada contribuye significativamente al control del peso y la quema de grasa, por lo que cada paso cuenta en tu meta de mantenerte en forma.
Independientemente de la hora del día en que decidas caminar, mantener la consistencia es esencial para obtener resultados. La doctora McDonough recomienda integrar los paseos en tu rutina diaria: pueden ser parte de tu pausa para almorzar o una actividad relajante después de cenar.
Planificar tus caminatas como si fueran una cita importante es una estrategia eficaz para convertirlas en un hábito duradero.
Así que la próxima vez que sientas el bajón de energía a media tarde, ponte tus zapatos cómodos, sal a caminar y disfruta de los innumerables beneficios que esta actividad tiene para ofrecer.