El presidente Joe Biden negó ayer que las familias separadas en la frontera bajo la llamada política “tolerancia cero” del gobierno de Donald Trump recibirían pagos de $450,000 dólares, sin entrar en detalles sobre posibles acuerdos monetarios para ellos.

A Biden se le preguntó si pagos de ese tamaño podrían incentivar a las personas a intentar ingresar al país ilegalmente. El presidente respondió llamando al informe “basura. No es cierto”, dijo, citado por CNN.

La semana pasada, influyentes diarios como The Wall Street Journal y The New York Times informaron que el gobierno federal estaba considerando la posibilidad de realizar pagos de “alrededor de $450,000 dólares por persona en compensación” a los inmigrantes que fueron separados de sus familias en la frontera bajo esa política de Trump, en un esfuerzo “por resolver las demandas presentadas en nombre de padres e hijos que dicen que el gobierno los sometió a un trauma psicológico duradero”.

Destacaron las fuentes que los Departamentos de Justicia, Seguridad Nacional y Salud y Servicios Humanos estaban “considerando pagos que podrían ascender a cerca de $1 millón de dólares por familia”, aunque los montos de los pagos finales podrían cambiar ya que algunas “familias probablemente obtendrían pagos más pequeños, dependiendo de sus circunstancias”.

Críticos republicanos rechazaron de inmediato esa posibilidad. Por ejemplo, Dan Crenshaw, representante de Texas, dijo que la administración de Biden quiere “pagar a los inmigrantes ilegales $450,000 por sus dificultades mientras violan nuestras leyes” y señaló que esa cantidad es más que los programas de seguro de vida actuales que se ofrecen a quienes sirven en las fuerzas armadas.

Las fuentes también le dijeron al diario WSJ que alrededor de 940 reclamos han sido presentados por familias inmigrantes que fueron separadas en la frontera. En 2018 la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) denunció que “al menos 2,654 niños inmigrantes fueron separados de sus padres o cuidadores” bajo las políticas de inmigración de Trump, citando cifras proporcionadas por el gobierno.

Ese año el gobierno de Trump anunció su política de “tolerancia cero”, en la que el Departamento de Justicia inició procesos penales a todos los adultos indocumentados que cruzaban la frontera, y luego la terminó tras una oposición generalizada. Tal política resultó en la separación de miles de familias, incluidas muchas con bebés, ya que los niños no pueden permanecer en una cárcel federal cuando sus padres son detenidos.

Se estima que más de 3,000 niños fueron separados de sus familias en la frontera entre Estados Unidos y México durante el gobierno de Trump. No está claro cuántas personas serían elegibles para recibir pagos.