El presidente colombiano Iván Duque negó el miércoles que su gobierno adelante acercamientos para reanudar la mesa de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa en el país fundada a inicios de la década de 1960 e inspirada en la Revolución de Cuba.
“El mensaje que le hemos dado a ELN ha sido coherente: alcanzar la paz requiere un compromiso que no sea de palabra ni discursivo y eso implica la liberación de todos los secuestrados y ponerle fin a los actos criminales”, dijo el mandatario durante un acto conmemorativo de los cinco años de la firma del acuerdo de paz entre el Estado colombiano y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Minutos antes, el expresidente Juan Manuel Santos (2010–2018) dijo en la misma ceremonia que tenía conocimiento sobre supuestas exploraciones para reactivar las conversaciones de paz con la guerrilla. “Eso nos llena de esperanza, en ese esfuerzo encontrarán todo nuestro apoyo, estoy seguro, y el de Naciones Unidas y de la comunidad internacional”, explicó.
El gobierno de Duque se levantó de la mesa de negociación con el ELN en enero de 2019 luego de que la guerrilla activara un carro cargado de explosivos en una escuela de policías provocando la muerte de 22 personas e hiriendo a 70 más. El ELN reivindicó el ataque y lo justificó declarando que se trataba de una institución en la que se forman oficiales que participan “activamente en la guerra contrainsurgente”.
Desde entonces, el mandatario le ha exigido al ELN liberar a los secuestrados, cesar con los atentados y las actividades criminales como condición para reanudar el diálogo.
El presidente recordó que al inicio de su gobierno sometieron a evaluación el comportamiento del ELN en los 17 meses que sostuvieron mesas exploratorias de diálogo con el gobierno antecesor. “Pese a la generosidad del Estado colombiano de sentarse 17 meses, cometieron 400 actos de terrorismo, asesinaron más de 100 personas y secuestraron más de 10 colombianos”, explicó.