Una de las figuras con más proyección del Partido Republicano se mofa de las nuevas recomendaciones del gobierno de que se usen tapabocas para prevenir contagios del COVID-19.

“¿No recibieron el informe de los CDCs?”, preguntó el gobernador de la Florida Ron DeSantis el miércoles en tono de broma ante activistas y legisladores amontonados en un salón de un hotel de Salt Lake City, casi todos sin barbijos. CDC es la abreviatura en inglés de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

“No veo que ninguno de ustedes se queje”, agregó DeSantis.

Desde Texas hasta Dakota del Sur, los líderes republicanos respondieron hostilmente y con tono desafiante a las nuevas recomendaciones de las autoridades sanitarias, que dicen que incluso las personas inmunizadas deberían seguir usando tapabocas si viven en zonas con fuertes concentraciones del virus. La feroz reacción reabrió la “guerra cultural” en torno a las restricciones asociadas con la pandemia en momentos en que los esfuerzos por convencer a la gente de que se vacune parecen estar dando resultados.

Alentada por Donald Trump, la respuesta refleja la resistencia de muchos votantes republicanos a restricciones pensadas para contener un virus que según ellos representa riesgos mínimos. El partido explota de paso la creciente frustración por las marchas y contramarchas de las autoridades sanitarias.

La resistencia a usar el barbijo, no obstante, tiene consecuencias reales en un país que trata desesperadamente de dejar atrás la pandemia. Sacando las vacunas, hay muy pocas herramientas que no sean los tapabocas y el distanciamiento social para prevenir contagios de la variante delta del virus, que según estudios es mucho más contagiosa que la cepa original.

Muchos líderes republicanos, sin embargo, bloquean medidas preventivas, complicando los esfuerzos por evitar brotes en comunidades conservadoras.

En al menos 18 estados gobernados por los republicanos se han tomado medidas para prohibir los “pasaportes” de vacunación o impedir que las entidades públicas exijan prueba de que una persona se ha vacunado. Algunos prohibieron a las escuelas exigir a alumnos y profesores el uso de tapabocas o que se vacunen.

Al anuncias sus recomendaciones, los CDCs mencionaron datos alarmantes, que por ahora no han sido publicados, según los cuales las personas inmunizadas pueden pasar a otros la variante delta, igual que las que no se han vacunado. Recomendaron asimismo que los maestros, el personal y los alumnos usen barbijos adentro de las escuelas, incluso si se han vacunado.

La reacción de los republicanos no se hizo esperar.

“No vamos a dar marcha atrás. No vamos a ponerles tapabocas a nuestros hijos”, afirmó Trump, quien constantemente plantea dudas acerca del valor de los barbijos y rara vez usó uno cuando era presidente. “¿Por qué los demócratas no confían en la ciencia?”.