El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, cerraron este lunes un acuerdo para deportar a El Salvador a migrantes indocumentados de cualquier nacionalidad que hayan cometido crímenes en territorio estadounidense.

Rubio explicó además que Bukele se ofreció a albergar también en prisiones de El Salvador a “peligrosos criminales” de nacionalidad estadounidense que se encuentren bajo custodia de Estados Unidos.