Contrariamente a lo que se puede creer, las vacaciones son una fuente de estrés, porque hay que organizarse para viajar, preparar reuniones familiares e innumerables eventos de festejo y disfrute de comilonas y bebidas. Todo esto genera ansiedad y una logística que a veces exaspera.

En este sentido, el Dr. Jeremy London, cirujano cardiotorácico, ha advertido sobre el peligro de ataques cardíacos que se reportan cada año durante el período festivo. El día más crítico es la Nochebuena, donde las celebraciones y el consumo excesivo de alimentos y bebidas incrementan el riesgo.

Este fenómeno, dado durante estas jornadas y que aumentan actividad y pueden sobrecargar el corazón, es conocido como “síndrome del corazón de vacaciones”.

“Cada año, como un reloj, vemos un aumento repentino de ataques cardíacos en Navidad y Año Nuevo”, dijo el cirujano de Carolina del Sur en su cuenta de Instagram.

Factores desencadenantes

La combinación de estrés emocional, obligaciones familiares y condiciones climáticas frías puede afectar negativamente la salud cardíaca. Esta vasoconstricción y los cambios en los hábitos alimenticios son elementos clave que contribuyen al aumento de ataques cardíacos.

La fibrilación auricular, un ritmo cardíaco anormal, también está asociada con el consumo excesivo de alcohol y la ingesta elevada de sal. Los cardiólogos advierten que este estado puede provocar accidentes cerebrovasculares y complicaciones relacionadas con coágulos.

El Dr. Glenn Hirsch, jefe de la división de cardiología del National Jewish Health en Nueva York, señaló a Fox News Digital que el síndrome del corazón festivo generalmente se refiere a la aparición de un ritmo cardíaco anormal.

“A menudo, la combinación de un consumo excesivo de alcohol, un alto consumo de sal y comidas copiosas puede desencadenarlo. “Si sumamos los viajes, el estrés y la falta de sueño, se reduce el umbral para entrar en ese ritmo”, explicó Hirsch.

Síntomas del síndrome del corazón de vacaciones

Los síntomas suelen aparecer horas después de la ingesta y requieren atención médica inmediata si persisten. Vigilarlos es clave para evitar complicaciones como fibrilación auricular prolongada.

Síntomas principales. Los más comunes incluyen palpitaciones, que se sienten como latidos rápidos o irregulares en el pecho, a menudo transitorios, pero que pueden durar minutos. También se presentan mareos o vértigo, debidos a la falta de oxigenación adecuada por el ritmo alterado. Otros signos son dificultad para respirar (disnea) y fatiga generalizada.

Síntomas graves. En casos más serios, aparecen dolor o presión en el pechosudores fríosnáuseas o desmayos, que podrían indicar un problema mayor como infarto. Pueden sumarse debilidad extremaconfusión mental o pulsos filiformes e irregulares al tacto. Consumidores crónicos podrían mostrar signos de insuficiencia cardíaca, como edema en piernas.

Si notas estos síntomas tras excesos, busca atención médica urgente, ya que suelen remitir al metabolizar el alcohol, pero no siempre.

Prevención del riesgo cardíaco

Los expertos sugieren mantener la moderación en comidas y bebidas, además de gestionar adecuadamente el estrés. Realizar ejercicio diario y mantener la regularidad en la medicación prescrita son medidas fundamentales.

Consejos prácticos:

Evitar el consumo excesivo de alcohol y comidas saladas.

Priorizar la calidad del sueño y técnicas de atención plena.

Realizar actividad física, como caminar entre 5,000 y 10,000 pasos.

La salud cardíaca puede verse comprometida durante el ajetreo de las fiestas, pero con precaución y medidas adecuadas, es posible reducir estos riesgos.

Ejercicios recomendados

Los ejercicios aeróbicos y de respiración profunda destacan como los más efectivos para reducir el estrés festivo, ya que liberan endorfinas y activan el sistema parasimpático. Estas actividades ayudan a bajar los niveles de cortisol, mejoran el sueño y alivian la tensión muscular acumulada por las demandas navideñas. Incorporarlos diariamente, incluso en sesiones cortas de 10-20 minutos, maximiza sus beneficios.

Ejercicios aeróbicos. Actividades como correr, ciclismo, natación o caminatas rápidas estimulan la liberación de endorfinas y proporcionan un alivio inmediato del estrés. Son ideales durante las fiestas por su bajo impacto y accesibilidad, como subir escaleras o bailar. Realízalos al aire libre para potenciar la conexión con el entorno y reducir tensiones.

Respiración y relajación muscular. La respiración diafragmática implica inhalar por la nariz expandiendo el abdomen y exhalar lentamente, activando el nervio vago para un estado de calma. La relajación muscular progresiva tensa y libera grupos musculares por 30 segundos cada uno, ralentizando la respiración y aliviando ansiedad. Prueba extensiones torácicas sobre una toalla o movilidad suave del cuello para contrarrestar posturas tensas.

Yoga y fuerza. El yoga, con posturas como el perro hacia abajo o el gato-vaca, combina movimiento y mindfulness para mejorar el ánimo y reducir síntomas de ansiedad. Entrenamientos de fuerza como sentadillas o flexiones liberan tensión y distraen la mente de preocupaciones festivas. Opta por rutinas cortas en casa para mantener la consistencia.

RECUERDE SIEMPRE CONSULTAR CON SU DOCTOR.