Mientas Estados Unidos conmemora el feriado federal en honor al reverendo Martin Luther King Jr., los defensores de los derechos civiles de hoy en día se enfrentan a la realidad de que, a pesar de años de creciente atención pública sobre la injusticia racial, es probable que no alcancen su objetivo de mejorar el “acceso a la votación” de las minorías.

La semana pasada, la familia de King solicitó que las celebraciones del legado del líder de los derechos civiles se suspendieran este año, a menos que el Congreso apruebe una legislación para ampliar los derechos de voto en Estados Unidos.

Los demócratas han defendido una legislación que le daría a Washington una voz más fuerte sobre cómo se administran las elecciones federales en cada uno de los 50 estados de EE. UU. Si bien el gobierno federal no controla las elecciones a nivel estatal, los nuevos requisitos federales podrían afectarlas, ya que a menudo se llevan a cabo en conjunto. Entre otras disposiciones, los dos proyectos de ley patrocinados por los demócratas, la Ley de libertad para votar y la Ley de avance de los derechos electorales de John Lewis, tienen como objetivo deshacer las leyes aprobadas por los estados liderados por republicanos que limitan los métodos y las oportunidades para emitir votos.

Los demócratas y muchos activistas de derechos civiles dicen que las leyes estatales pondrán en desventaja a los votantes minoritarios y acusan a los republicanos de una supresión de votantes apenas velada. Los republicanos rechazan la acusación e insisten en que su objetivo es proteger la integridad de las elecciones y prevenir el fraude electoral.

Estancada en el Senado de EE. UU. durante meses, las esperanzas de aprobar la Ley de Libertad para Votar parecieron extinguirse la semana pasada. La senadora por Arizona Kyrsten Sinema y el senador por Virginia Occidental Joe Manchin, ambos demócratas, dijeron que aunque apoyan la reforma de las leyes electorales, no votarán para cambiar las reglas del Senado a fin de aprobar esas reformas con el respaldo exclusivo de los demócratas.

Sería necesario un cambio en las reglas del Senado porque ningún republicano apoya el proyecto de ley de votación. Según las reglas de la cámara, los republicanos pueden bloquear la mayoría de las leyes incluso si la mayoría demócrata la apoya.

El viernes, durante una entrevista en vivo conThe Washington Post, Martin Luther King III criticó amargamente la posición de Sinema y Manchin.

“La historia no los va a juzgar… de la forma en que tal vez les gustaría ser recordados. La historia los está mirando a la cara para decir: ‘Cuando llegó el momento de asegurarse de que se preservara la democracia, ¿qué hicieron?'», dijo.